CAPÍTULO SOBRE EL REALISMO EN LAS RELACIONES INTERNACIONALES

EL REALISMO Y EL BRASIL

REALISMO Y LAS RELACIONES INTERNACIONALES DEL BRASIL EN LA REGIÓN.

Prof. Dr. FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO
UNIVERSIDADE DA AMAZÔNIA


En la teoría realista puede observarse una dicotomía entre el pensamiento clásico y contemporáneo. Los realistas clásicos y neoclásicos enfatizan los aspectos normativos del realismo así como también sus aspectos empíricos. Los realistas contemporáneos siguen una línea científica social de las estructuras y de los procesos de la política mundial, sin embargo tiende  a ignorar normas y valores. (Jackson, 2007)
  1. POLÍTICA DE PODER

Política de poder es un término usado para designar Política Internacional. “a política de poder” sugiere as relaciones entre potencias independientes. Eso implica dos condiciones. Primero, existen unidades políticas que no reconocen superior político e que se consideran “soberanas”; segundo, existen relaciones continuas y organizadas entre ellas. Esta relación constituye lo que llamamos de Estados modernos (WIGTH, Martin. 2002)

El actual sistema de Estados existe desde el siglo XVI. Pareciera que siempre existió, pero es una organización moderna. En los siglos XI y XII no había estados soberanos que repudiasen cualquier poder político superior. En aquella época la existía la concepción de soberanía. Había el concepto de una unidad jurídica conocida como la cristiandad liderada por el sucesor de Pedro en Roma. Los reinos, feudos y ciudades no reivindicaban su independencia política  como los hace los estados soberanos modernos. Sin embargo, poseían relaciones de comercio y de guerra con otras potencias. Estos reracionamientos demostraban seguir los mismos principios dos Estados modernos, pero menos organizados.

En otros tiempos, aún más lejanos, podemos ver algo todavía más diferente. Una unidad jurídica individual, ocupando una posición geográfica diferente  a la de la Cristiandad. El Imperio  Romano. Un estado centralizado con un único soberano, absoluto y divino. En lugar de una federación floja e de autoridad limitada. Esta organización también poseía relaciones diplomáticas e declaraba la guerra a los otros imperios. Incluso hacía comercio con la lejana China (WIGTH, Martin. 2002)

El realismo entra en escena después de la utopía, y como forma de reacción  a ella. La tesis de que “la justicia es el derecho del más fuerte” era un lenguaje muy familiar de los tiempos helénicos. Por parte de los pequeños, nunca hubo, más de que algunas protestas. Así también fue durante el Imperio Romano y con la Iglesia católica, pues el bien político de ambos eran sinónimo de del bien moral. Con la caída del sistema Medieval fue que la práctica política comenzó a ser diferente de la teoría política y en adelante pasó a ser un desafío. Maquiavelo fue sin dudas, el primer realista político (CARR, 2001) Este escribió sobre la verdad real para enfrentar la imaginación.

Maquiavelo narra los tres principios esenciales de la filosofía realista
  1. La historia es una secuencia de causa y efecto cuyo curso se puede analizar por medio del esfuerzo intelectual, pero no como los utópicos creen.
  2. La teoría no crea la práctica, como afirman los utópicos, sino lo contrario. “buenos consejos nacen de la sabiduría del príncipe y no la sabiduría de los príncipes de los buenos consejos”
  3. La política no es una función de la ética, como quieren los utópicos, sino lo contario. ”los hombres se mantienen honestos por coacción” la moral es importante, pero sería necesario una autoridad efectiva para eso. Según Maquiavelo, la moral es un producto del poder. (Carr, 2001)


La guerra de peloponesio, entre Esparta y Atenas contada por Tucídides –Abuelo del Realismo teórico de las Relaciones Internacionales- es una de las obras más fundamentales sobre Política de Poder. Como dijo una vez el general George Marshall “será que podemos reflexionar con total sabiduría en relación a ciertas cuestiones internacionales básicas, sin haber llevado en cuenta la Guerra de Peloponesio y la caída de Atenas.”

La política de poder surge en el sentido de la Política Internacional, cuando la autoridad de cristianismo se disolvió, dando inicio al que hoy llamamos de Estado moderno o Soberano. Anterior a este periodo –Edad MEDIA-  la lucha era entre el Papa y el Emperador, Ellos pelearon durante doscientos años por la supremacía (1076-1268). Esta lucha destruyó la sociedad medieval, y llevó a una revolución política que terminó con la Reforma. Una revolución de lealtades. El hombre medieval tenía obediencia inmediata al feudo con quien estaba en contacto permanente. También, este hombre, mantenía obediencia la Papa y al Rey, a quien nunca vio. Este último eliminó a los barones feudales y desafió al Papa. De esta manera surgió el Estado Moderno, donde las lealtades eran más estrechas y más fuertes. El anterior era muy disperso y confuso. El hombre moderno demuestra mucho más lealtad al Estado Moderno de que a la iglesia. (WIGTH, Martin. 2002)

La sociedad y la política se encuentran gobernadas por leyes objetivas, basadas en la propia naturaleza humana. Estas leyes son objetivas, por esto permiten que el buen vivir de la sociedad, y coaccionan al hombre a no resistirlas. Luego, se busca realizar una teoría que busque representar esas leyes, y para esto usa dos elementos: la evidencia y la razón. En el sentido del realismo, esto consiste en cotejar los hechos y buscarles el sentido usando la razón. La reafirmación de esta tesis en palabras practicas, es el situarnos en la posición de un estadista que enfrenta un problema de política exterior, buscar las posibles alternativas y suponer, de manera racional, cual va a ser la elección que el estadista va a hacer. La demostración de esta hipótesis de tipo racional con la confrontación con los hechos reales es lo que le da forma teórica a los hechos de la política internacional. Es abordar la realidad desde un esquema racional.( http://es.wikipedia.org)

La identificación del sistema internacional, permite observar las relaciones entre las entidades y el concepto de interés nacional. El realismo clásico supone que el mundo esta políticamente organizado por Naciones, y por esto el interés nacional es el elemento clave, y para esto surge el Estado nacional. El mundo esta lleno de Naciones que compiten entre si y se enfrentan por poder, y todas las políticas exteriores de todas la naciones referencian la supervivencia, y entonces ahí surge el patrón del Estado, para proteger la identidad física, política, y cultural, frente a la amenaza constante de todos las demás naciones. Se distingue la relación entre interés y Estado nacional como un todo, un producto histórico.( http://es.wikipedia.org)

El realismo político había dominado el pensamiento en los años 30. Es una escuela con bases filosóficas tan antiguas como Tucídides, Maquiavelo, y Hobbes, quienes de primera mano ilustraron el lenguaje realista. Además, los realistas creen que los estados son inherentemente agresivos ("realismo ofensivo"), y que la expansión territorial tan sólo se limitará mientras existan otros poderes en oposición. Los teóricos principales del realismo en relaciones internacionales son E.H.Carr, Hans Morgenthau, y Reinhold Niebuhr. Tucídides explica esta postura en su obra "Historia de la Guerra del Peloponeso", en donde Atenas y Esparta se enfrentaron en lo que es el primer sistema internacional bipolar de la historia: el resto de las polis griegas se alinearon con una de ellas, a través de Ligas (la Liga de Delos y la Liga del Peloponeso. Tucídides concluye que el ser humano es egoísta por naturaleza y tiende a la guerra. Los Estados acumulan poder para lograr su fin principal: imponerse sobre los demás para sobrevivir. Por lo tanto, la cooperación no sería posible por intereses que no fuesen los propios.





        1.1 El Realismo y sus teorías

Los teóricos realistas enfrentan dos obstáculos al proponer Teorías que expliquen la interacción entre los Estados. El primer desafío es el campo de estudio, muy grande. Existen casi 200 Estados para negociar y cerca de siete mil millones de habitantes que llevar en cuenta. Es difícil ubicar constantes en un universo tan grande y tan complejo. Además, hoy en día los Estados no son los únicos actores importantes, hay innúmeros otros que también son importantes y deben ser llevados en cuenta. Desde las Empresas Trasnacionales (ETNs) hasta los traficantes de diversos productos y mercaderías. No hay como agruparles a todos los Estados, ni mucho menos a todos los sectores de la sociedad internacional en un solo grupo, aunque compartimos el mismo eco sistemas y las mismas necesidades básicas. Somos también interdependientes a ciertos fenómenos, como por ejemplo a los efectos del comercio y a la industrialización. Hoy, más acentuadamente, a los fenómenos de la tecnología.

El otro desafío, es la constante transformación del escenario internacional. El mundo es muy cambiante. De un día a otro pasamos de la prosperidad a la crisis internacional. Al comienzo del 2008 todos los países tenían un presupuesto basado en un crecimiento fenomenal, pero un año después, las cosas han cambiado, sustancialmente. Así de complejo está las Relaciones Internacionales. Hay que eliminar algunas teorías que fueron desmentidas y colocar en evidencia otras más evolucionadas. Según estos últimos. La historia vive de altos y bajos, pero nunca de repite. Es como una onda. (Light MARGOT Y A.J.R Groom, “Injternational Relations. And hanndbook ok current theory”, Luenne Ryenner publichers ins., 1985. pag 9)

El realismo, a rigor, supera estos desafíos. A pesar de ser una teoría de las más antiguas, continúa explicando mejor que todos los funcionamientos del orden internacional. Los primeros autores como Tucídides, Maquiavel y Thomas Hobbes. Otros como los más recientes Morgenthau, Henry Kissinger, Kennan y Gilpin se encargan de dar una explicación razonable a la compleja relación dentro del Sistema Internacional. Aún goza de prestigio en los diversos medios académicos de las más prestigiosas universidades.

Según el realismo, la lucha por el poder, es la principal característica del Sistema Internacional. Los países actúan conforme sus propios intereses; la posesión del poder es su meta, así serán capaces de sobrevivir como entidades autónomas y en consecuencia satisfacer la demanda interna de cada uno de los Estados. Es como la vida real de cada uno de nosotros. Podemos colocar las necesidades familiares de cada individuo como la meta a ser satisfecha por cada uno de nosotros. En una escala menor, claro.

El deseo inherente e insaciable del hombre por el  poder resulta en el carácter egocéntrico de los Estados. Estos están formados por individuos y su comportamiento nada más es el reflejo de lo humano. Los choques de intereses serán constantes por el problema supra citado (MORGENTHAU, Hans. Política entre las naciones. La lucha por le poder y la paz. Grupo editor. 1986. pag. 41)


1.2 Realismo Clásico: Tucídides, Maquiavelo y Thomas Hobbes
¿Qué es un realismo clásico? ¿Quiénes son los principales autores o teóricos del realismo clásico? Vamos a analizar, resumidamente, el pensamiento de tres grandes clásicos del realismo internacional.

1.2.1 Tucídides
En el estudio de las Relaciones Internacionales, el realismo se impone como una visión dominante entre los analistas y tomadores de decisiones. Caminos históricos,  recursos básicos y muchos otros detalles diversos explican esa fuerza. No se resume a pocos elementos, sino a varios otros factores. Ciertamente el estudio de las relaciones internacionales como cátedra universitaria es reciente, no obstante los estudiosos de la misma ya detectaran que el estudio internacional no es reciente, ya consta del manual filosófico de los grandes filósofos griegos. Las raíces autonómicas y legítimas fueron encontradas en Tucídides, Historiador que narró la Guerra de peloponesio, trabada entre Atenas y Esparta, 400 años a.C. Se comenta en las universidades y entre estudiosos de las relaciones internacionales que esa guerra fue entre dos grandes potencias o dos grandes ciudades- naciones de aquél entonces, ya que el Estado-nación moderna, en la versión que hoy conocemos, aún no existía. (Nogueira, 2005)


Fue una especie de Guerra Fría, pero que sucedió de verdad. De allí, aun provienen varias expresiones que hasta hoy día se usan en los modelos de ejércitos que cada nación posee. El Oso, por ejemplo, es característica de un determinado ejercito muy fuerte en tierra, lo que en el pasado habría sido Esparta y en la contemporaneidad, por lo menos durante la guerra fría o sistema bipolar, lo fue la extinta U.R.S.S. la Ballena, lleva el apodo de este mamífero acuático toda FF.AA. que tengan una gran habilidad marítima, como lo fue en la época Atenas. Recientemente, durante la Guerra Fría, los fue los EE.UU y a principio del siglo XX, Inglaterra.

Tucídides es considerado como el primer autor a tratar de un asunto central de las relaciones internacionales: la guerra. Después de una carrera militar, se volvió un estudioso de las estrategias militares y la Guerra de Peloponesio, sirvió como ilustración de sus estudios, o sea la guerra. Una de las principales herencia dejada por el autor griego a los realistas es su famosa afirmación que se repite en coros, hasta hoy, entre los realistas “En un mundo en que los poderosos hacen lo que tienen que hacer y los débiles aceptan lo que tiene que
 Aceptar” el miedo a dejar de existir, lleva a los Estados a la guerra. (Nogueira, 2005)

Con la lectura del libro de Tucídides, los realistas destacan dos conceptos: lo que más tarde vino a llamarse Anarquía Internacional, lo que viene a ser la falta de un autoridad central internacional que garantice la sobrevivencia de todos los actores. La lectura realista de Tucídides también muestra el poco valor de los realistas sobre los aspectos morales y éticos en la relación entre los Estados. (Nogueira, 2005)

Tucídides también consideraba inevitable una guerra entre  ciudades-Estados griegas. Estos a su vez entre sus vecinos como Macedonia o Persia. Estos no eran equivalentes, algunos eran considerados “Grandes Potencias” como Esparta, Atenas y Persia y otras “Potencias Menores” las pequeñas islas del mar Egeo. Para Tucídides esta desigualdad era natural e inevitable, sin embargo todos deberían convivir con esta realidad de poder desigual: se cumplen esta disposición sobrevivirán e incluso podrán prosperar. Caso contrario, los países que fallen, podrán desaparecer o ser destruidos. La historia nos muestra varios ejemplos de Estados e imperios, grandes y pequeños que fueron destruidos. Tucídides daba a su realismo un carácter naturalista. Aristóteles dice que “   El hombre es un animal político” Tucídides agregó que los animales políticos son desiguales en poder y capacidad de dominio y defensa. (Jackson Robert H, 2007)

Según Tucídides: antes de cualquier decisión final, un tomador de decisiones debe reflexionar con mucho cuidado los impactos buenos y malos de su decisión final. Prudencia y cautela en la conducta de la política externa en un mundo de constante peligro y también de oportunidad. La previsión, la prudencia, la cautela, el fallo forman la ética política característica del realismo clásico de Tucídides y de la mayoría de los académicos del realismo clásico para distinguir la moralidad privada del principio de justicia. Para sobrevivir un Estado y sus gobernantes deben llevar estos principios, al pie de la letra, en sus relaciones internacionales (Jackson Robert H, 2007)

La guerra justa es –enfrentar sus iguales, comportarse en consideración a los superiores y tratar sus inferiores con moderación. Reflexione sobre el tema y deja que su mente raciocine. Discutan sobre el destino de su país, ustedes sólo tiene un Estado y su futuro depende, bien o mal, de la decisión que van a tomar (Tucídides, 1976: 406 et Jackson Robert H, 2007)

1.2.2 Thomas Hobbes
Hobbes destaca el concepto de Estado de la naturaleza  lo que puede ser comparado con la anarquía internacional, es decir, sin autoridad central, el sistema internacional. La falta de un soberano capaz, que tenga el monopolio legítimo del uso de la fuerza en las relaciones internacionales es comparado al estado de naturaleza de Hobbes. La imposibilidad de establecer un Leviatán, en el plano internacional, esa es, según el propio Hobbes, la principal característica del sistema internacional, la anarquía. Sobrevivencia, Poder, miedo y anarquía internacional son, según Tucídides, Hobbes y Maquiavelo las premisas centrales del realismo internacional. (Jackson Robert H, 2007)





Según Thomas Hobbes, del acto de instituir un Estado se derivan algunas consecuencias como:
  1. Los súbditos no pueden cambiar la forma de gobierno
  2. El poder soberano no puede enajenarse.
  3. Ningún hombre, sin incurrir en injusticia, protestar contra la institución del soberano declarado por la mayoría.
  4. Las acciones del soberano no pueden ser, en justicia, acusadas por súbdito.
  5. Nada de lo que haga el soberano puede ser castigado por el súbdito.
  6. El soberano es juez de lo que es necesario para la paz y defensa de los súbditos y, también juez de qué doctrinas deben enseñárseles.
  7. El derecho de establecer reglas mediante las cuales los súbditos puedan hacer saber a cada hombre lo que es suyo, de tal modo que ningún otro súbdito pueda quitárselo sin cometer injusticia.
  8. A él también pertenece el derecho de judicatura y la decisión de las controversias.
  9. Y el hacer la guerra y la paz, según le parezca oportuno.
  10. Escoger a todos los consejeros y  ministros, como para funciones de paz como de guerra
  11. Premiar y castigar según le parezca.
  12. Dar los honores y las jerarquías.




1.2.3 Maquiavelo
Nicolás Maquiavelo y sus enseñanzas políticas deja claro que el poder es comparado al león y la decepción al zorro. Y son los dos medios esenciales, según el florentino, para la conducta de la política externa. El valor político supremo es la libertad nacional, la independencia y la principal responsabilidad de los gobernantes es buscar ventajas y defender los intereses de sus respectivos Estados, garantizando, por supuesto, su sobrevivencia. Eso requiere fuerza. Maquiavelo enseña que, según la situación el gobernante debe ser león y zorro (Jackson H, 2007)

Hay que tomar las precauciones necesarias para sobrevivir  un mundo peligroso, pero que al mismo tiempo lleno de oportunidades. Es necesario aprovechar las oportunidades para enriquecer de manera rápida, hábil y, si necesario crueldad, hay que serlo más que todos o sea, que los enemigos. Los principios éticos, según Maquiavelo, no debe ser el camino más seguro para conquistar el respeto. la buena vecindad, la pasividad y evitar la guerra, a no ser en autodefensa o por una causa justa es señal de irresponsabilidad del gobernante. El gobernante que tenga comportamiento ético cristiano colocará todo a perder, además corre el riesgo de colocar la libertad, la riqueza y la vida de sus ciudadanos en peligro.

En otras palabras, el gobernante que no optar por la política de poder fracasará, perjudicando la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos que, en este caso, son dependientes del soberano. La moralidad común y la ética de la vida privada no siguen los principios de la política. Los realistas siempre siguen la máxima de que los políticos son juzgados, no por sus alianzas y sus amistades en el poder, sino por los resultados.

1.3 los valores básicos de los tres realistas
Para Tucídides vale el destino político, la necesidad de seguridad, la sobrevivencia política y la seguridad; para Maquiavelo la agilidad política, la oportunidad y la seguridad, la sobrevivencia política y la virtud cívica, cuando necesario; para Thomas Hobbes  la disposición política, el dilema de la seguridad, la sobrevivencia política así como la paz y la felicidad (Jackson H, 2007)


1.4 El realismo Neoclásico de Hans Morgenthau

Morgenthau cree en el deseo humano por el poder, por naturaleza, y a esto le llama “animus dominandi” nacen para buscar el poder y disfrutar sus frutos. (Morgenthau  H, 1965 apud Jackson H, 2007) en función de todo eso, los hombres no buscan sólo las ventajas relativas, sino también un espacio político seguro, donde haya libertad con relación al espacio político de los demás. Cree que la seguridad fuera del Estado es imposible.

Este animus dominandi lleva inevitablemente a un conflicto  entre los individuos, generando una condición de poder político que es el centro del pensamiento de  Morgenthau y también de los demás realistas como Tucídides, Maquiavelo y Thomas Hobbes. La política es una lucha por el poder sobre los hombres y cualquiera que sea sus propósitos, el poder es su principal objetivo inmediato y las formas de adquirirlo, mantenerlo y demostrarlo determinan  las técnicas de acción.  Para Morgenthau la idea de Tucídides y Maquiavelo sobre la moral de la vida pública y privada es lo mismo. O sea, para ellos, lo que se aplica en lo segundo no sirve para lo primero.

Para Morgenthau la idea de Woodrow Wilson querer aplicar la misma ética y moralidad privada al público es un error fatal, aparte de ser imprudente e irresponsable. Maquiavelo ya probó su punto de vista de que si algún gobernante acciona en el campo externo de acuerdo a las leyes cristianas fracasará rotundamente, por la sencilla razón de que la otra parte no hará lo mismo. (Jackson H, 2007)

Según Morgenthau los principios morales universales no pueden ser aplicados a las acciones de los Estados. La idea de que hay que hacer justicia, aun que el mundo terminé es una idea ciudadana, sin embargo, jamás puede ser aplicado por un gobernante.

Para Morgenthau el concepto de la política realista neoclásica se centra en los siguientes: naturaleza humana básicamente animus dominandi y regido por autointereses;  La situación política se define por los medios y los contextos. Política de poder, poder político, circunstancias políticas y de habilidades políticas; la conducta política que son los objetivos y valores se basa en ética política prudencial, en la necesidad humana de la seguridad, en el interés nacional y en el equilibrio de poder (Morgenthau 1985)
1.5 los seis principios del realismo político, según Hans Morgenthau
  1. La política, como la sociedad en general, está gobernada por leyes objetivas arraigadas en la naturaleza humana, que es invariable; por lo tanto es posible desarrollar una teoría racional que refleje estas leyes objetivas.
  2. El rasgo principal del realismo político es el concepto de interés, definido en términos de poder que infunde un orden racional al objeto de la política, y de ese modo hace posible la comprensión teórica de la política. El realismo político hace hincapié en lo racional, lo objetivo y lo no emocional.
  3. El realismo asume que el interés definido como poder es una categoría objetiva universalmente válida, pero no con una definición fijada de una vez y para siempre. El poder es el control del hombre sobre el hombre,
  4. El realismo político es consciente del significado moral de la acción política. Es también consciente de la tensión entre el control moral y las exigencias de la acción política eficaz. Por lo tanto, el realismo no es inmoral, sino que su objeto de estudio no es la moral.
  5. El realismo político se rehúsa a identificar las aspiraciones morales de una nación en particular con las leyes que gobiernan el universo. Es el concepto de interés definido en términos de poder lo que nos salva de los excesos morales y la torpeza política.
  6. El realista político sostiene la autonomía de la esfera política. Se pregunta: ¿cómo afectará esta política el poder de la nación?". El realismo político está basado en una concepción pluralista de la naturaleza humana. Un hombre pura y exclusivamente político no sería más que una bestia, pues carecería por completo de límites morales. Sin embargo, para desarrollar una teoría autónoma del comportamiento político, el "hombre político" debe abstraerse de los demás aspectos de la naturaleza humana. (http://es.wikipedia.org/wiki/Hans_Morgenthau)

Analizando los seis principios de Morgenthau podemos decir que la naturaleza humana, el interés, la frialdad de no incluir lo emocional demuestra en el realismo su carácter calculista, unitario. El egoísmo, auto aprecio y autointerés es su principal característica. En contraposición a los marxistas crítica que la política sea reducida a la economía, diciendo que la política tiene su esfera autónoma de poder.

Además, el interés de las personas por su propia seguridad y sobrevivencia. La política se resume a ser el palco de la expresión de estos intereses que pueden entrar en conflicto a cualquier momento. Las relaciones internacionales es una arena donde  los intereses de los Estados estarán en conflictos. Estos intereses, por la dinámica del mundo, cambian con el tiempo y en el espacio.

También podemos observar que la ética en la política es muy diferente de aquello que se dicta en la esfera privada. Podemos concluir en este sentido que Morgenthau sigue la línea de raciocinio de los clásicos. Un líder político no puede seguir la línea de decisiones de un ciudadano en particular ya que sus decisiones son mucho más complejas.

Los realistas no aceptan que ningún país, por más potente que sea, imponga su ideología sobre los otros o empleen sus fuerzas con ese objetivo. Eso amenaza, según ellos, la paz y la seguridad internacional. El pesimismo de la naturaleza humana de ser como son y  no como gustaríamos que fuesen es un tema difícil en el núcleo de la política internacional.

1.5 Ética y Política
Según Carr, la antítesis entre utopía e realidad es basada en la diferente concepción entre uno y otro. El mundo de los valores y de la naturaleza, está implícita en la dicotomía Objetivo-hecho, está arraigada profundamente en la conciencia humana y en el pensamiento político. Le utópico establece un padrón ético que cree ser independiente de la política e intenta con que la política se adapte a él. El realista no acepta ningún valor padrón, excepto el de los hechos. Cree que el padrón establecido por el utópico sea político por su trasfondo social. Dice que la moralidad es relativa y no puede ser universal.

La ética debe ser interpretada en términos políticos; y la busca den una norma ética fuera de la misma está sujeto al fracaso. Según el realista, no existe otro bien mayor que la comprensión de la realidad.

1.6 El realismo estratégico
Este realismo, capitaneado por Schelling, se concentra en la tomada de decisiones de la política externa. Para alcanzar el éxito es necesario pensar de manera estratégica, principalmente cuando se confrontan cuestiones militares y diplomáticas básicas. En ese sentido Schelling intenta ofrecer instrumentos analíticos para el pensamiento estratégico. Según este autor, la diplomacia y la política externa, en especial la de las grandes potencias y específicamente la de los Estados Unidos, son actividades racionales e instrumentales que deben ser entendidas por medio de análisis lógicas llamada “teoría del juego”

Schelling dice sobre la “diplomacia cambalache” que ella busca resultados que, aunque no sean ideales para las partes, son mejores para ambas de cualquier otra alternativa. Este tipo de “diplomacia barganha” puede ser delicada o ruda, puede llevar amenazas y ofertas. Asumir un Estato quo o ignorar todos los derechos y privilegios y partir del principio de la desconfianza y no de la confianza. Para evitar pérdidas, debe haber algún tipo de interés común. Concientizarse de la necesidad de convencer la otra parte a llegar a un resultado aceptable parta sí misma. Con fuerza militar poderosa, un país, tal vez, no necesite llegar a este punto. La declaración del Presidente Kennedy en 1963, explica muy bien la necesidad de de este tipo de diplomacia, principalmente entre potencias militares.

Schelling también afirma que las fuerzas armadas es una de las principales armas de los Estados Unidos en la política externa y la preocupación principal del realismo estratégico es el uso internacional del poder militar.  Sobre la diplomacia y la violencia, Schelling dice que el poder de herir no es nuevo en el conflicto armado, sin embargo, la tecnología moderna, refuerza la importancia de la guerra y de sus amenazas como técnicas de su influencia, no de destruición; de coerción y disuasión, no de conquista y defensa; de

1.7 Las ideas de Henry kissinger sobre Realismo e Idealismo

Hasta el comienzo del siglo XX Los Estados Unidos tenían una política aislacionista que prevalecía en la política externa norteamericana. Sin embargo hubo dos factores que proyectaron este país para los asuntos de escala mundial: su rápida expansión en términos e poder y la caída rápida del sistema internacional, entonces centralizado en Europa. Dos presidentes muy diferentes se encargaron de este desafío. Theodoro Roosevelt y Woodrow Wilson. Estos comandaron al país en los momentos en que necesitaron colocarse en el escenario mundial cuando fueron llamados. Ambos reconocieron el papel fundamental que jugaron, aunque justificaron sus actos o salida del aislacionismo con teorías filosóficas diferentes (Kissinger, 2007)

Roosevelt era un analista del equilibrio de poder –realista- él insistía en un  papel internacional de los Estados unidos porque los intereses nacionales así lo exigían. Además, el equilibrio del poder global, para él, era imposible sin la presencia de este país. Para Wilson la actuación de los americanos como actor del equilibrio de las fuerzas globales no era por los intereses nacionales, sino por principios. Quería que el mundo conociera y siguiera  los ideales del pueblo americano: libre comercio, democracia, libertad y derechos humanos. (Kissinger, 2007)

Wilson tenía claro que estos principios eran suficientes para poder lograr la tan soñada paz mundial. Los Estados, según Wilson, deben ser juzgados por los mismos criterios éticos de los individuos y que el interés nacional debe consistir en la adhesión de los países al sistema del derecho internacional. Los veteranos diplomáticos europeos no tenían mucha confianza en las ideas de Wilson. Muchos de ellos incluso lo llamaron de hipócritas. Wilson creo la idea de una organización mundial universal, la Sociedad de la Naciones, esta sería la responsable por mantener la paz, la seguridad colectiva en vez de las alianzas. (Kissinger, 2007)

Aunque Wilson no consiguió persuadir su propio país a empuñar esta idea en aquel entonces, ella permaneció. Las ideas de Wilson marcan la pauta de la política externa norteamericana desde aquel entonces hasta la actualidad. Los Estados Unidos, usara su política externa, hasta entonces, sólo para reforzar su propia independencia como nación. Su interés consistía en eso.  Poco a poco los americanos comenzaron a manipular a los países europeos, principalmente a Inglaterra y Francia. A medida que consolidaba su independencia, iba extendiendo su área de influencia, aun su territorio. Los Estados Unidos se declararon neutros durante la Revolución Francesa.

Para Jefferson la moralidad y la ética era una sola. Los países deben ser juzgados por los mismos criterios de los individuos. Los europeos rechazaban esta idea. Ellos eran partidarios de la escuela de Maquiavelo, donde se pregonaba que el Estado o el gobernante jamás podrían ser juzgados como un individuo, pues este tenía la obligación de defender los intereses de toda una nación y que caso no lo hiciera de esta forma corría el riesgo de colocar en peligro a toda la nación. En ese caso los individuos de ese país, jamás perdonaría a su gobernante.

Los americanos atribuyen la constante guerra en Europa al hecho de que las instituciones de este continente rechacen los principios de libertad y dignidad humana. El hombre no es enemigo del hombre, sino a través de un falso sistema de gobierno.

La idea de que la paz depende, de la promoción de los valores democráticos ha permanecido en el pensamiento de los norteamericanos hasta los días actuales. Ellos sostienen que una democracia no entra en guerra con otra. Sin embargo Alexander Hamilton no tiene la misma idea. Consigue demostrar con ejemplos de que en el pasado hubo varios países con esas características que vivían en guerra. Como ejemplo reciente, podemos citar a Gran Bretaña. Más lejano un poco podemos citar a Esparta, Atenas, Roma y Cartago. Todas eran repúblicas y dos de ellos, de tipo comercial, aún así se enfrentaron  en guerras defensivas y ofensivas, tantas veces como las monarquías vecinas. (Kissinger, 2007) Hamilton es minoría con su idea. La gran mayoría de los intelectuales están convencidos de que los valores americanos pueden contribuir para la paz mundial.

Woodrow Wilson originó lo que sería la escuela intelectual dominante de la política externa norteamericana –una escuela cuyos preceptos Roosevelt consideraba irrelevante o en última caso perjudicial para los intereses de largo plazo de su país. Roosevelt tuvo el mejor argumento para la acción de la política externa norteamericana, sin embargo, fue Wilson quien guió el pensamiento de su país. Wilson defendía más los principios de su país que sus propios intereses. Hizo una defensa apasionada ante su pueblo por esa idea, pero poco a poco colocó a los Estados Unidos en la guerra. Sabía cómo movilizar a su pueblo, siempre rechazó la política de equilibrio al estilo europeo. Wilson abogado y profesor, llegó tarde a la política, aprovechándose de una división del partido republicano entre Taft y Roosevelt. (Kissinger, 2007)

Wilson es el padre del Derecho Universal, y no del equilibrio, integridad nacional, y no arrogancia nacional, estos eran, en la opinión de demócrata, las bases para una orden internacional. Recomendaba la ratificación de los tratados arbitrales firmados. Él afirmaba que, el arbitraje obligatorio, y no forzada, debería ser el método de resolución de los conflictos internacionales.

1.8 El Neo realismo Estructural de Kennet Waltz

Si el poder no trae el control, ¿que es el poder, para qué sirve?
a-    Primero, el poder da los medios para sustentar nuestra autonomía en relación a la fuerza que los otros ejercen.
b-    Segundo, más poder permite más rayos de acción, pero al mismo tiempo deja incertidumbres a los resultados de esa acción.
c-    Tercero, los más poderosos gozan márgenes más anchas de seguridad al enfrentarse con los menos poderosos y tienen como dictar las pautas del juego a ser jugado. Los débiles viven vidas peligrosas. Una empresa grande puede perder varias veces, pero una pequeña no tiene como errar. De su error puede depender su propia sobrevivencia. Los débiles deben tomar todos los cuidados. Los Estados débiles operan en márgenes muy estrechas, actos inoportunos, políticas imperfectas, movimientos falsos pueden traer resultados catastróficos. Los Estados grandes pueden darse el lujo de perder, de no aprender, de repetir sus errores. Pueden darse el lujo de no aceptar provocaciones, porque sólo algunas amenazas, si llevadas a cabo pueden amenazarlos seriamente. En este caso, por ejemplo, los Estados Unidos llevarían mucho más en cuenta una amenaza de Bin Laden, un sin estado, que un Hugo Chávez, jefe de un Estado soberano.
d-    Cuarto, mucho poder da a sus poseedores, una gran participación en su sistema y genera capacidad de acción por su propio bien. En sistemas de auto ayuda, como saben, las ganancias relativos son más relevantes que las ganancias absolutas. Las ganancias absolutas pasan a ser más importantes a medida que el juego disminuye. En la época de la Guerra Fría, los Estados Unidos y La Unión Soviética se preocupaban mucho más por las ganancias relativas que las absolutas. La primera es la estabilidad, dada la condición de que ambas partes tenían bombas nucleares. Cuando la OPEP aumentó cinco veces el precio del petróleo en 1973 y 1977. Los otros países industriales no comunistas sufrieron mucho más de que los Estados Unidos. Por esa razón, los americanos concordaron más rápidamente con la OPEP.(Waltz, 2002)


 Al terminar este capítulo, no podemos olvidar que Waltz, en su análisis, retira la naturaleza humana como condición importante para los realistas clásicos. Este analiza las estructuras de los países. El régimen político también queda fuera de su obra. Según Waltz, la primera debe ser estudiada por los filósofos y antropólogos ye l segundo con los politólogos. Las relaciones internacionales deben, sólo, llevar en cuenta la estructura del sistema internacional. Kissinger también relata de que hay dos formas de pensar en la política norteamericana. Las ideas de Theodore Roosevelt y las de Woodow Wilson. También está probado de q          ue los americanos, casi siempre, mesclan la dos teorías. Defienden sus valores que creen deben ser universales, como la democracia, la libertad y el libre comercio, pero peca cuando lo intenta hacer por la fuerza.

En el caso brasileño, podemos observar que no existe ningún valor a ser exportado. La cooperación brasileña lleva siempre en sus mangas la posibilidad de auto ayuda. Los diplomáticos del Itamaraty defienden que Brasil debe ser Potencia Mundial sin armas. ¿Será que eso es posible? Es mucho idealismo, aunque con muy poca ingenuidad.

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