PARA UN CALDITO NADA MÁS
Félix Gerardo Ibarra Prieto
El diario “Folha de São Paulo” Del día miércoles 14 de marzo trae la noticia de que el gobierno brasileño da la amnistía al gobierno paraguayo de seguir pagando la corrección monetaria, referente a la inflación Norteamérica. Aquí en el Brasil se le da el nombre TR. Ese costo será pagado, este año, por el tesoro brasileño y, a partir del próximo será arcado por los consumidores del sur, sudeste y centro oeste del Brasil. O sea, alguien tiene que pagar. Eso significa que no se cobraba por cobrar, sino porque tenía sus porqués.
El diario paulista, en su cuaderno “dinheiro” continúa detallando algunos aspectos de la hidroeléctrica. Como por ejemplo su capacidad: 12,6 MW, responde a 24% del mercado brasileño y 95% del lado guaraní. Las obras comenzaron en 1975 y comenzó a generar energías a partir del año 1984. La deuda, en al actualidad, es corregida por intereses del 7,5% más la “corrección monetaria” llamado “factor de ajuste” conforme la inflación estadounidense, ya que ese país, cuya moneda es el U$, tampoco escapa de la desvalorización monetaria.
Según el matutino brasileño, la deuda es de aproximadamente 19 mil millones de U$ y fue firmada por el Brasil, como fiador para poder iniciar las obras. El plazo para pagar vence en el año 2023. El acuerdo es que en adelante Paraguay no pague más ese “factor de ajuste” ya que existe una fuerte presión de los medios sobre esa cuota. Para el Paraguay se trata de una bitributación. Según el gobierno brasileño el impacto no será sentido por los consumidores, aunque todo depende de la inflación sufrida por la moneda norteamericana. Esa cuenta que el Paraguay ya no pagará en adelante asciende a aproximadamente ocho millones de U$ anuales.;
Conclusión: 8 millones de U$ para el Brasil es migaja. “mitakuã-i recreo” como decimos en Paraguay. Para nosotros ya es algo. Pero lo sustancial no es el “factor ajuste” que se debe de dejar de pagar a mi entender, sino recibir el precio justo por el MW hora vendida al Brasil de las 9 turbinas que al Paraguay le corresponden. Ésa diferencia sí el Brasil va a dilatar lo máximo que pueda. Así como hicieron con Bolivia. A los paraguayos nos hace falta coraje, valentía, capacidad de moverse el escenario internacional. Para tratar de estos temas es imprescindible tener un buen actor. El Estado. ¿Hay?
profesorprieto@yahoo.com.br
El diario “Folha de São Paulo” Del día miércoles 14 de marzo trae la noticia de que el gobierno brasileño da la amnistía al gobierno paraguayo de seguir pagando la corrección monetaria, referente a la inflación Norteamérica. Aquí en el Brasil se le da el nombre TR. Ese costo será pagado, este año, por el tesoro brasileño y, a partir del próximo será arcado por los consumidores del sur, sudeste y centro oeste del Brasil. O sea, alguien tiene que pagar. Eso significa que no se cobraba por cobrar, sino porque tenía sus porqués.
El diario paulista, en su cuaderno “dinheiro” continúa detallando algunos aspectos de la hidroeléctrica. Como por ejemplo su capacidad: 12,6 MW, responde a 24% del mercado brasileño y 95% del lado guaraní. Las obras comenzaron en 1975 y comenzó a generar energías a partir del año 1984. La deuda, en al actualidad, es corregida por intereses del 7,5% más la “corrección monetaria” llamado “factor de ajuste” conforme la inflación estadounidense, ya que ese país, cuya moneda es el U$, tampoco escapa de la desvalorización monetaria.
Según el matutino brasileño, la deuda es de aproximadamente 19 mil millones de U$ y fue firmada por el Brasil, como fiador para poder iniciar las obras. El plazo para pagar vence en el año 2023. El acuerdo es que en adelante Paraguay no pague más ese “factor de ajuste” ya que existe una fuerte presión de los medios sobre esa cuota. Para el Paraguay se trata de una bitributación. Según el gobierno brasileño el impacto no será sentido por los consumidores, aunque todo depende de la inflación sufrida por la moneda norteamericana. Esa cuenta que el Paraguay ya no pagará en adelante asciende a aproximadamente ocho millones de U$ anuales.;
Conclusión: 8 millones de U$ para el Brasil es migaja. “mitakuã-i recreo” como decimos en Paraguay. Para nosotros ya es algo. Pero lo sustancial no es el “factor ajuste” que se debe de dejar de pagar a mi entender, sino recibir el precio justo por el MW hora vendida al Brasil de las 9 turbinas que al Paraguay le corresponden. Ésa diferencia sí el Brasil va a dilatar lo máximo que pueda. Así como hicieron con Bolivia. A los paraguayos nos hace falta coraje, valentía, capacidad de moverse el escenario internacional. Para tratar de estos temas es imprescindible tener un buen actor. El Estado. ¿Hay?
profesorprieto@yahoo.com.br
