MÁS QUE UNA ILUSIÓN, UN DESASTRE.


Félix Gerardo Ibarra Prieto
Duarte Frutos viaja a Brasilia para hablar con su colega Luiz Inácio Lula Da Silva sobre un proyecto energético, previo a la primera Cumbre Energética que se realiza este lunes en Venezuela. Paraguay respaldará el proyecto brasileño de los "biocombustibles" y el uso del etanol a partir de la caña de azúcar como alternativa a los derivados del petróleo”.(UHora/13/04/2007)

Nací en la ciudad de San José de los Arroyos, crecí en la compañía “Yhacá”, distante a unos 12 KM de la ciudad y otros tanto de Tebicuary, sede de la Azucarera Paraguaya S.A. Pasé mi infancia trabajando con mi papá –él arando y yo de buey guenonde ha* – posteriormente ya estudiando en Asunción volvía en las vacaciones para ayudar en la carpida, en la arada y principalmente en el abono. Un trabajo de negro, pero al fin trabajo. El único quehacer de la región.

Mi papá comenzó trabajando para un tío mío que laboraba para los “patrones” de la azucarera. Silverio se llamaba, era buen tipo, le quería y le defendía mucho a mi papá de quien era primo. Era un gran jugador de truco. Venía los domingos a ver su cañaveral y volvía a eso de las tres de la tarde a Tebicuary. Se levantaba de la mesa de truco sobre la hora. En aquel entonces yo tenía unos diez años y al galope le llevaba, montado a su caballo “Malacara” a agarrar el ómnibus. Siempre me dejaba la propina, nunca me falló. Yo, por supuesto, ya desde temprano hacía la guardia para ese “trabajo” sin igual. Era unos tres km distantes.

La situación no era buena. Mi papá se casó muy joven, medio sin la anuencia de su familia. Al principio vivía con su padre –Mi abuelo Juan Pablo Ibarra – pero decidió un día vivir en casa separada, cerca de la patriarcal, pero sin la más mínima condición de independencia. Recuerdo que iba a carpir en un lugar distante, en la chacra de otro tío, a cambio de mandioca. Pero como la mandioca sola no resuelve, cuando llegaba iba a pescar en el arroyo “Piray” y así obtener la cena y el almuerzo del día siguiente.

Yo soy el primogénito. Un día papá consiguió trabajo de arado para plantío de caña de azúcar con tío Silverio. Lógico que tanto el arado como los bueyes eran de este último. Estos animales eran medio salvajes, pero mi papá y yo éramos aún más. Me llevaba en el invierno a las tres o cuatro de la madrugada para trabajar con él. Nunca me quejé. Aquella situación para mí era normal. No había otra salida. O me iba con mi papá o él no trabajaba, pues los bueyes no andaban sin alguien que los guíe. Detalle: descalzo y, por supuesto, poca ropa. Éramos de verdad muy pobres. Recordar esta situación no me achica en absoluto, al contrario, me da mucha fortaleza. Hoy en día cuando nos recordamos de esta situación, no sabemos si lloramos o nos reímos.

Tiempo después un señor de apellido Santa Cruz - plantador- vio el trabajo de mi papá y le dijo: “si usted cuida de lo suyo, así como cuida de lo ajeno tendrá mucho éxito como cunicultor” entonces mi papá tomó coraje y comenzó a cultivar también la caña. Fue en ese tiempo que comencé, en mis vacaciones del Liceo Militar “Acosta Ñú” a pelar caña dulce. Era por tarea o por tonelada. Realmente el trabajo era para “macho” pues había que subir para cargar el camión con una camada de 50 unidades de caña. Lo peor: todos los cunicultores andaban endeudados con el Banco de Fomento y algunos desconfiaban permanentemente de las básculas de la fábrica. Otros tenían certeza.

No sé por qué en el Paraguay tendrían que colocar las camadas limpias y peladas uno a uno. Aquí en el Brasil primero se quema, después se cargan los camiones con tractores. Lógicamente que para la diversidad ecológica, el sistema brasileño es sumamente perjudicial. Y es justamente sobre este asunto que quiero escribir hoy. La introducción, sin embargo, es para que todos sepan que entiendo del asunto.

Hoy en día mi papá ya no trabaja con el cultivo de la caña de azúcar. Llegó a la conclusión de que no valía la pena. Cuanto más trabajaba más deudas tenía con la fábrica y el banco. Con la fundación de CDE costaba mucho encontrar peladores y otros servicios. Era mucho más rentable sentarse en la frontera y ofrecer productos pirateados para los “turistas” que “producir azúcar”. El paraguayo tampoco se deja explotar mucho. Hoy en día veo que gran parte de la producción es mecanizada y el cultivo pasó a ser casi exclusivamente de la fábrica. Incluso, antes de llegar a San José podemos observar que en lugar de ganados hay extensas plantaciones de caña de azúcar. Totalmente mecanizada, por supuesto.

El problema del “biocombustible” es lo siguiente: nadie duda de que es una energía más limpia que los derivados del petróleo. Que se renueva, pero hay que plantar y mucho. Para plantar hay que desmontar, hacer rosados. Derribar árboles. Para ser productivo hay que quemar en vez de pelar. Quemando desaparecen especies nativas de plantas y animales de la cadena alimenticia y del ecosistema como hoy sucede en el Estado de San Paulo. O sea, estaremos resolviendo un problema- la polución – y creando otro – el ecológico. Consecuencia: el efecto invernadero se intensifica y en el futuro todos moriremos por el efecto del calor o inundación. Otra cosa: tanto en el Brasil como en el Paraguay los grandes fabricantes de alcohol y azúcar le dan muy poca importancia a los trabajadores del ramo. Son todos semiesclavos.

Bueno. La única certeza es que todos moriremos. Lo que aquí nos queda es elegir cómo. O de enfermedades respiratorias que causan la polución de los derivados del petróleo o por el efecto invernadero que causa la disminución de la capa de ozono estratosférica (Protocolo de Montreal) que deja pasar los rayos ultravioletas y causan varias enfermedades como cáncer de la piel por ejemplo. Otra cosa. La mayoría de las personas estarán pensando en invertir en la plantación de la caña. No se iludan. Planten alimentos: maíz, soja, mandioca, arroz, poroto. ¿De que vale llenar los tanques de etanol y no tener nada que comer? Críen ganados de todo tipo: vacunos, ovinos, porcinos, etc. La piscicultura también es buena, pero no se metan en ese negocio -plantar-. Es mucho más básico comer que andar de auto. De nada vale el dinero si no hay nada que comprar para comer.

Según mi papá el arroyo “Piray” fuente de sustento de la mayoría pobre de “Yhacá” ya no ofrece tantos peces. La naciente estaría perjudicada por las plantaciones de arroz y el Río Tebicuary donde desemboca estaría lleno de desechos de la azucarera por la falta de control. Él vive al lado del arroyo, pero desilusionado por la falta de dorados y tareyi’s. "Nada tenemos en contra de las grandes plantaciones ni de las fábricas. Solo queremos que haya un mínimo de control ambiental por parte del Estado" afirma . Espero que los gobernantes reunidos en la I Cumbre Energética lleven en cuenta también "los contra" de la producción de este tipo de energía: Ecosistema y mano de obra, principalmente.

PD: Quién dictó la pauta de la Cumbre fue Venezuela, como no le interesa el alcohool y sí vender su gas, esto se quedó en segundo plano. en el medio metieron el caso Malvinas y ya acabaron con la "Comunidad Sudamericana" que ni siquiera había comenzado. "lo que nos une a todos los latinoamericanos es la falta de seriedad"

Guenonde ha*= se dice en el Paraguay de aquel que sirve de guía al buey para que este pueda llevar el arado por el lugar deseado. Generalmente es trabajo infantil y de la agricultura familiar.
profesorprieto@yahoo.com.br

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