Estamos en Latinoamérica


FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO

Donde menos uno espera, salta la liebre”, declaró ayer en el Palacio de López el polémico intendente de Mariano Roque Alonso, Walberto Zárate. Fue al dar por hecha la reelección del presidente Nicanor Duarte Frutos. Preguntado cómo se haría sin la enmienda constitucional, que está teniendo serios reparos en Senadores, alegó: “Estamos en Paraguay. Ya está la salida para la reelección del señor Presidente”, aseguró, aunque sin dar detalles. (ABC/12/05/2007)

Enseño en una prestigiosa y gran universidad brasileña (http://www.unama.br/) y esta semana he estado pensando sobre los trabajos a ser investigados, presentados y defendidos por mis alumnos de Teoría de Relaciones Internacionales II. En el primer bimestre trabajamos las teorías clásicas: Realismo, Idealismo liberal, etc. Autores y personajes importantes desde Tucídides, Maquiavelo, Bodino, Hobbes, Russeau, Grottios, Marx, Clausewitz, Waltz, Aron, Churchill llegando hasta Bobbio, Chomsky y Kissinger. Para citar algunos.

Para el segundo bimestre habría que encontrar asuntos nuevos e interesantes para ellos. Comenzamos a estudiar las teorías post Guerra Fría. Entre los asuntos que interesan a todos están autores como Nye, Friedman, Huntington, Gaddis, David Landes, Fukuyama y Serfati, etc. Tema: el grupo vespertino investigará la historia, actualidad y futuro de los próximos candidatos a potencia económica y militar, China, Rusia, Europa, India y Japón. Y el grupo nocturno va a investigar las diferentes civilizaciones catalogadas por Huntingnton: la Cínica, la Occidental, la Ortodoxa, la Islámica, la Africana, Hindú, la Japonesa y también la civilización Latinoamericana. Al final todos los trabajos serán juntados, encuadernados y colocados en la biblioteca de la universidad a disposición de los estudiantes en general.

Samuel Huntington en su libro “El Choque de Civilizaciones” dice que el próximo conflicto mundial no será económica ni ideológica, sino cultural ¿por qué? Teóricamente el número de habitantes dentro del planeta aumentará siempre y eso hará con que esas civilizaciones entren en contacto cada vez más y el atrito entre ellas será inevitable. Una identidad cultural, según el autor está compuesto por elementos como idioma. Historia, costumbres, instituciones y religión. Siendo esta última el más importante.

Donde quiero llegar es a la civilización Latinoamericana. Huntington cataloga también a ésta con la Occidental, pero en otro lo deja sola, porque tuvo una “evolución” distinta de la presentada por Europa y Estados Unidos. Naturalmente. Una de las principales características de esta civilización es la indígena y presenta un alto grado de autoritarismo y de corporativismo. Bueno, de mis cuarenta y dos años tuve la suerte de nacer en el Paraguay y vivir en ella la mitad. La otra mitad la estoy viviendo en el Brasil y meses en suelo patrio. Lo que me llama la atención es la semejanza entre los dos países en lo que se refiere al corporativismo y al incumplimiento de las leyes. Una peor que la otra.

Aquí en el Brasil es clásico escuchar “você está no Brasil” eso quiere decir, que todo es posible. Y en Paraguay se oye lo mismo “estamos en Paraguay” o sea, es característica de la civilización Latinoamericana la falta de respeto a los “contratos sociales”. Esas dos frases significan que en la mayoría de los países de esta “civilización” se puede hacer y cocinar cualquier cosa desde que haya un entendimiento de los intereses personales, políticos o sectoriales, sin importar lo que diga la ley.

En el Artículo 235. De las inhabilidades. Dice claramente en el ítem cinco que los ministros de cualquier religión o culto están inhabilitados para la candidatura a Presidente y vicepresidente de la República. Así como en el Artículo 229.De la duración de mandato. Dice que no podrán ser reelectos (presidente y vice) en ningún caso. Del 235 queda claro que aquellos que pueden deben renunciar antes de seis meses, como el 1, 2, 3 y 6. Lo que dice el Derecho Canónico voy a investigar próximamente (http://noticias.juridicas.com), pero lo que vale para el Paraguay es su Constitución. La constitución paraguaya vale para todos los paraguayos, incluso para Lugo y Nicanor.

Amigos. Para cambiar de verdad, es preciso que venga alguien que sea respetuoso a las leyes. Cambiarlas no resuelve el problema. Latinoamérica ha tenido en 200 años de independencia el mismo número de Cartas Magnas, o sea, se cambia para moldearlas a la situación del momento. Como dice un dicho popular alemán. Es mejor un funcionario público de primera y una ley de segunda que lo contrario. Haya cambiar, haya falta de respeto. Así cambiaremos el nombre de nuestra civilización. Pasarremos a llamarla de “Civilización Cangrejo”.


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