TRAGEDIA AÉREA EN SÃO PAULO -BRASIL


FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO


En este momento estoy en San Pablo, Brasil. Ayer a la hora en que hacía el vuelo Asunción – Curitiba, hubo el terrible accidente, el más grande de la aviación brasileña, con casi 200 víctimas, entre pasajeros, tripulantes y funcionarios de la misma empresa TAM que trabajaban en el edificio por el cual se chocó el Airbus, de la misma empresa.

En Asunción, dentro del Aeropuerto Silvio Pettirosi, estaba justamente hablando con varios amigos que trabajan en la misma empresa, pero en este caso la TAM MERCOSUR. Allí le encontré al comandante César Oviedo, ex camarada del Liceo Militar “Acosta Ñú” y también al famoso arpista Américo Cañete que siempre ejecuta el arpa dentro de la zona de embarque en Asunción.

A la hora en que desembarqué en el aeropuerto de Curitiba le llamé a mi amigo Carlos Francisco Arguello Frutos, médico residente en San Pablo, a quien le haría una visita. Fue cuando tuve el primer informe de lo ocurrido, hasta ese momento, creo que nadie de mi vuelo sabía del accidente. Poco tiempo después recibí la primera llamada de preocupación. Era mi amigo Gustavo Molina, quien acabara de dejarme en el aeropuerto y sabía que me iba al aeropuerto de Congonhas, lugar de la tragedia. al día siguiente otra llamada: mi gran amigo, el comandante Juan Romero Torres, popular Cholí. A ellos mi gratitud.

Inmediatamente le llamé a mi esposa. Ella estaba en la playa de Salinas, con mis hijas, y aún no sabía del accidente. Lo que me olvidé fue llamarles a mis padres. Ellos se quedaron muy preocupados y durmieron muy poco esa noche, pues sabían que yo viajaba en aquel horario rumbo a ese aeropuerto. Hoy de mañana temprano les llamé y constaté esa preocupación. Fue falla mía no haberle llamado antes. En este caso, la primera preocupación es entrar en contacto con los familiares.

El aeropuerto de Congonhas queda en el medio de la ciudad, literalmente. Es obvio que la ciudad se le acercó. El mismo fue construido en las primeras décadas del siglo XX. Por ellas circulan más de 15 millones de personas por año. Es el más circulado de América Látina. O sea, 47 mil personas por día. Imagínense. En el vuelo que venía de Porto Alegre con destino a San Pablo, estaban 186 personas.

La TV brasileña está acompañando de cerca todo el rescate de los cuerpos, totalmente carbonizados, según el cuerpo de bomberos del Estado brasileño. En el fondo puede ser un problema estructural. El aeropuerto necesita de reparos y el mismo fue hecho a medias en este mes de junio y julio, pero el más importante, lo habían dejado para el próximo mes. Es la parte de crea atrito "grooving" entre la pista y la rueda del avión.

Llovía mucho a la hora del aterrizaje y el avión no se detuvo por el problema del "aguaplanagem". El sábado un amigo piloto de la misma empresa, el comandante Humberto Maldonado con quien estaba en el teatro municipal de la capital paraguaya, con quien hice el viaje San Pablo – Asunción me decía que cuando llueve el avión tiene que aterrizar de una forma más violenta y frenar bruscamente para crear el atrito necesario entre pista y avión.
Así sucedió cuando en ese viaje llegamos a Luque bajo una feroz lluvia. Teóricamente, según la prensa local, el avión toco pista un poco tarde, o sea, ya no tuvo tiempo para frenar, ni para retomar el vuelo. dicen que todos los accidentes son consecuencias de fallas humanas. Según fuentes fidedignas, el aeropuerto Guaraní de Ciudad del Leste también tiene este problema.

De cualquier forma, la aviación brasileña está en crisis. El año pasado, em septiembre, hubo el choque entre un jato ejecutivo y otro de la empresa GOL matando a más de 170 personas. Curiosamente el Legacy ejecutivo no sufrió la misma suerte. El gobierno se siente presionado por todos los lados: usuarios, vecinos de los aeropuertos, pilotos, ministerio público y principalmente de las propias compañías aéreas, que según expertos, tienen interés en continuar con el caos, paradójicamente.
Para la seguridad, tanto aérea, terrestre y marítima, no existe más o menos. O es, o no es seguro. Mientras tanto, yo estoy aquí en el hotel “Panamby” esperando embarcar esta noche con destino a Belém do Pará. A bordo de un avión de la TAM.
PD: Seguí viaje ayer y llegué muy bien, gracias a dios. ya estoy en tierra firme, aunque más peligroso que estar volando, a veces nos sentimos más seguro.

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