LA HISTORIA SE REPITE: LUGO YA HABLA EM CAMBIAR LA CONSTITUCIÓN.
Félix Gerardo Ibarra Prieto
‘‘Es insuficiente, por lo que estoy de acuerdo con una posible reforma constitucional a fin de dar oportunidad de reelección a un buen presidente''. Estas son las palabras del candidato de la oposición por la Concertación Fernando Lugo, según el diario UH del día 02/08/2007.
El problema de América latina, o sea, uno de ellos es, todo y cualquier presidente que llega al poder, Lo primero que hace es querer cambiar la constitución y moldearla a su gusto. Ahora ocurre lo más simpático: Lugo aún ni llegó a ser candidato homologado oficialmente por la Concertación y ya se viene con la historia de siempre: cambiar la maldita constitución.
En casi 200 años de independencia de los países de América ha habido otras doscientas constituciones. Si el problema era la carta magna de cualquier país sudamericano, ya hubiese sido resuelto hace más de un siglo, cambiando. Al contrario de lo que piensan los políticos de turno, los países que menos han cambiado y más han respetado su carta magna, son justamente los más progresistas y democráticos. ¿Cuántas veces EE.UU. Cambió su constitución? Contadas veces. Una de ellas fue justamente para limitar la reelección a tan sólo una vez, porque al inicio era indefinido, aún siendo así, no se registran dictadores en su historia.
Con países bananeros siempre ocurre lo contrario. Cuando esta posibilidad está limitada a una vez, lo quieren convertir en dos, cuando pueden dos, lo quieren hacer indefinido. Lo que todos tienen que hacer es: primero, respetarla; segundo, mejorarla; y tercero, si posible, disminuirla. El problema de la mayoría de las cartas magnas es que tratan de muchas cosas y no reglamentan casi nada. “El que mucho abarca, poco aprieta”
Esa onda vino del Brasil. Como bien dijo una vez el ex presidente americano Richard Nixon “para donde va el Brasil, irá América Latina” así todo comenzó: cuando le derrocaron a Fernando Collor de la presidencia de la república, la onda de derroque de presidentes electos democráticamente inundó a todos los países de la región: Bolivia, Ecuador, Argentina, Paraguay, Perú, Venezuela y el propio Brasil. O sea, la moda se hizo onda y con eso todos perdieron, absolutamente todos, incluso el Paraguay con la salida de Cubas que según fuentes fidedignas tenía una propuesta seria, pero no era político.
Ya al final del siglo pasado Brasil también lidera otra onda que se propaga en toda la región: la de la reelección. FHC cambia y consigue, Fujimori también. Ahí viene Chávez y ya quiere quedarse para siempre; lo sigue su "hijo mimado" Morales que dice lo mismo, Uribe en Colombia también consigue y ni descarta una tercera, y ahora el religioso. ¿Para qué? Es tan difícil sustentarse en el poder por estas tierras que eso sería un problema a más para ser tratado durante todo el primer periodo, o el único como hizo Nicanor. El segundo, cuando se consigue, es un fracaso. Ya nadie le da pelota, pues todos saben que al poco tiempo se irá.
Países como Brasil que institucionalizaron la reelección están, en este momento, discutiendo su fin: Ya hay prácticamente (en el congreso) un acuerdo político de que eso no prosigue y que la duración considerada ideal no serían los cuatro años, sino un solo mandato de cinco. Es justamente lo que dice la constitución paraguaya, o sea, estamos yéndonos a buscar un problema que otros países ya tuvieron y ahora quieren resolver. Aprendamos de una vez: busquemos ideas más modernas y no ir atrás de “soluciones” arcaicas y ficticias. la forma de pensar de un candidato a presidente debe ser: respetar, respetar y respetar la constitución.
No existe mejor salida, en mi modesta opinión, que el relevo. No importa si es de derecha, de izquierda, socialista o comunista; conservador o progresista; puede ser civil o militar; religioso o sindicalista. No importa, nadie es perfecto ni eterno. Creo en los líderes transformadores de su tiempo, pero no creo en un solo líder, en el único líder. El problema del país es justamente consecuencia de la eternización de un líder que redundó en su falta total. Curiosamente los países con los mejores índices de IDH de la región (índice de Desarrollo Humano) no están en esta onda. Argentina, Chile y Uruguay. con este pensamiento vamos todos a ser "tekoyoya" pero jodidos.
