JEFES, CAPITANES Y PILOTOS


JEFES, CAPITANES Y PILOTOS

FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO
Desde los años 70, el Paraguay ha mandado al Brasil, por medio de la extinta FLOMERES –Flota Mercante del Estado- futuros oficiales de la Marina Mercante del país. Esta iniciativa llevó a 67 paraguayos, según Virgilio Céspedes Hansen, jefe del departamento técnico de la empresa CMSP –Mercosur Shuttle- a estudiar y recibirse en las dos EFOMM –“Escola de Oficiais da Marinha Mercante”- de los centros –“Centro de Instrução Almirante Graça Aranha” en Río de Janeiro y “Centro de Instrução Almirante Braz de Aguiar en Belem do Pará”

También tuve la suerte de participar de estas becas, en el año 1986 al CIABA – EFOMM de la capital paraense, juntamente con Gustavo Molina y Hugo Escobar. En estos momentos ninguno de nosotros está embarcado, pero estamos embarcando a nuestro querido amigo Molina, pues Escobar y yo ya lo hicimos en su momento. En aquella oportunidad tuvimos la oportunidad de disfrutar de la vida marítima, intensamente. Realizamos viajes por todo el mundo: América, Europa, Asia, África. Como siempre les digo a mis alumnos: respétenme, he cerrado todos los puteros del mumdo.

Como nuestro país no posee costa marítima, la mayoría de nosotros intentaba quedarse a trabajar en la marina brasileña, ya que el mismo posee varias empresas de navegación y por supuesto un sueldo mucho mejor que el paraguayo. Veníamos a cumplir nuestro contrato, cuando la FME nos daba bola. En la mayoría de los casos, empresas estatales de países atrasados tienen mucha dificultad en absorber mano de obra especializada que regresa del exterior. Son resistentes a los cambios y el final de la historia todos saben: la FME ya no existe y los que se fueron estudiar están mejor que nunca, todos y las empresas privadas peleándose por ellos.

Yo particularmente abandoné la navegación por desilusión: se pagaba muy mal, no había empresas interesadas en contratarnos y Paraguay no exportaba mucha cosa, aunque importaba demasiado, muchas veces, vía Paranagua. Naturalmente, estas importaciones llegaban a CDE por carretera o en Avión por el aeropuerto guaraní. En consecuencia, muchos jóvenes, como yo, se fueron a otros segmentos laborales. Estoy muy bien donde estoy y me quedo feliz por saber que si me hubiese quedado, estaría al igual que todos ellos: ricos.

Sin embargo, a partir del nuevo milenio todo cambió. Muchas empresas transnacionales usan la bandera paraguaya para transportar productos de exportación desde Brasil, Bolivia y Paraguay, por el río Paraguay y Paraná. Estas empresas transnacionales saben el valor del estudio y comenzaron a contratarles a los que pasaron años en una “Universidad del Mar” estudiando la profesión. Estos fueron llevados en cuenta y hoy todas las empresas navieras cuentan en su equipo, en los mandos superiores –Capitán, piloto y jefe de máquinas- a los egresados de las EFOMM del Brasil. “tarde o temprano, Quintana será tu sastre” heí la propaganda.

Además, lo más importante: Están ganando muy bien para los padrones de sueldos paraguayos, pero aún lejos de los padrones internacionales que merece este tipo de mano de obra espacialísima. “ganan más de lo que necesitan, pero mucho menos de lo que merecen” personalmente, creo que llegarán muy rápido a lo mínimo de 20.000 U$. Necesitan para eso una asociación más actuante y conseguir apoyo en el congreso para reglamentar la profesión. Sin dudas, estos profesionales son mucho más importantes de lo que se pueda imaginar.

También me llamó la atención la unión del grupo: A un simple llamado, todos estuvieron presente en el Hotel Internacional. Amigos que conocí en la época de alumno como: Hugo, Elvio, Contreras, Acuña y Molina. Otros a quines conocía sólo de nombre, pero siempre fueron referencias para todos nosotros: Mario, Vargas, Rossel, Hansen y Bobadilla. Estos tres últimos ya en cargos técnicos de las empresas mencionadas. Otros como Oviedo, Arturo, Amadito, Diego, Cabañas, Juan Coronel, Florentín, Ibarra, Sanches, Almada, Duré, Coronel y Pico no estuvieron presentes porque se encontraban navegando o de vacaciones.

También no podemos olvidarnos de aquellos amigos que se quedaron a trabajar en Brasil, sea por la falta de oportunidad en su país o porque se casaron y tienen hijos como Rafael, Amarilla, Paredes, Derlis, Rufino y otros. A los que ya nevegaron mucho y ahora están en aguas menos turbias, como Carlos Miguel Giménez y cia. Además estuvo presente mi amigo, el gran capitán y camarada del liceo Militar “Acosta Ñú” y además dúo de antaño: Juan Romero Torres. A este último pude ayudar a entrar en la antigua FLOMERES como marinero, años después nos volvimos a encontrar y pude tener la linda sorpresa de su repunte profesional. Hoy es uno de los mejores capitanes del Río Paraguay, según los muchachos.

Todo esto es una pequeña muestra de la validez y viabilidad del estudio. Demuestra que las grandes empresas, aquellas que miran el futuro, rezan para encontrar profesionales como estos muchachos: trabajadores, responsables, dedicados y estudiosos de su profesión. Este grupo de profesionales a quien tengo el gusto de conocer y ser amigos de la mayoría de ellos es la cara que el país merece y quiere: trabajo y reconocimiento.

Hansen me decía la necesidad de continuar formando profesionales en las escuelas brasileñas. Estas escuelas son las mejores del mundo y el país, sin dudas, ganó mucho con haberles mandado a estudiar. Claro, la empresa FME ya no existe, quizás por no haberles dados la oportunidad, tal vez por no haber visto que el cambio era necesario. De cualquier manera el conocimiento se queda y la sociedad, como un todo, ahora tiene la oportunidad de disfrutar del resultado de ello. A algunos de ellos le pude manifestar al día siguiente la necesidad de capitalizar esta situación. La idea es formar una cooperativa financiera con aportes de cotas y capitalizarla. Contaremos con el apoyo del amigo y ex alumno, hoy del banco central: Getulio Vargas. Yo como siempre, con mis ideas económicas.

Hay que mirar lejos, al horizonte de la jubilación. Podemos, juntos formar un grupo fuerte, así estaremos dando a la sociedad, mucho más beneficios de lo que hemos estado dando. El país necesita de valores como lo nuestro, basta que todos comprendan esa necesidad.

De proa a popa, de babor a estribor, arriba, abajo, al centro y adentro. Vamos a desamarrar esta idea.

profesorprieto@hotmail.com

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