BRASIL: ENTRE LA EUFORIA Y EL MIEDO
FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO
Esta semana salió, finalmente, el índice de crecimiento, divulgado por el IBGE –Instituto Brasilero de Geografía y Estadística- el porcentaje de crecimiento de su PIB. Creció más del 5% como ya era esperado. Lógicamente el gobierno Lula festeja con bombos y platillos. No es para menos. Además Lula está con su popularidad en alta, pero sufre el dilema de ser el único del PT -Partido de los Trabajadores- actualmente en el gobierno a tener caudal electoral a nivel nacional. El esto, hace mucho ruído, pero poca acción.
Para sucederle en el cargo de presidente del Brasil, surgen nombres como el de la actual ministra de la Casa Civil y ex guerrillera Dilma Rousseff, el actual ministro de Acción Social Patrus Ananias, también el del ministro de justicia Tarso Genro y otros como el del senador Eduardo Suplicy. Corren por el costado de la cancha otros nombres de otros partidos como el del ex tucano (PSDB) que hoy se aloja en el PSB Ciro Gomes que también fuera ministro de hacienda, ex gobernador del Estado de Ceará(CE) y ex ministro de Integración Regional del gobierno Lula.
Para completar el equipo tenemos a un actor importante que juega en las dos puntas: chuta bien con la izquierda y patea de maravilla con la derecha, además tiene mucha impulsión y cabecea de ojos bien abiertos, el actual gobernador del Estado de Minas Gerais (MG) y ex presidente de la cámara de diputados del Brasil Aecio Neves. En su currículo también podemos agregar lazos familiares importantes: es nieto de Tancredo Neves. Actualmente está en el PSDB y según, noticias del Planalto, quieren que se Afilíe al PMDB, partido de la base del gobierno en el congreso. De esa forma podría recibir el apoyo de Lula. Resta saber si su partido dejará y si deja el PT le apoyará.
No hay dudas de que hay una mejora en la economía brasileña. Las industrias trabajan en su capacidad máxima, exporta mucho, internamente tiene un mercado floreciente, principalmente con la llegada al consumo de las clases C y D. Esta clase social es fuertemente beneficiada por el programa social del gobierno que se llama “Bolsa Familia” que distribuye anualmente unos 20 mil millones de U$ como beneficio a la pobreza.
Por otro lado, surgen dos serios problemas: la energía y la mano de obra, así como en los EE.UU. Brasil necesita de más ingenieros y menos abogados. Hay un crecimiento espectacular en la construcción civil y en la construcción de grandes usinas, pero no hay gente para trabajar. Otro problema que el país necesita urgentemente resolver es la seguridad: ya nadie aguanta el alto índice de criminalidad de las grandes ciudades y que hoy en día también ya llega con fuerza en el campo. Hace falta política pública y una sola decisión política: educación. De balde vamos a combatir el enemigo en la calle porque no hay lugar siquiera en las cárceles y si existe no sirve. Tampoco podemos admitir la pena de muerte consentida.
La educación es el único camino seguro para vencer esta guerra. Combatir el crimen sin esta política no resuelve nada ni a corto plazo. Invertir en educación es como plantar un árbol. Hay que hacerlo ahora y cosechar en los próximos quince o veinte años. No cuesta nada y el país tiene mucho dinero. Lo único que sobra en el Brasil es dinero, así como gente que necesita estudiar.
El crecimiento económico continúa beneficiando sólo a una parte de la población. No a la burguesía como diría un perfecto idiota, sino al que estudió, se preparó y continúa actualizándose para los días de hoy: libre mercado, tecnología, conocimiento y globalización. Igualdad entre todos sólo en el “socialismo” cubano: jodidos, presos y sin libertad. Igualdad de oportunidad es lo que todos necesitan y hace falta en el Brasil.
Esta semana salió, finalmente, el índice de crecimiento, divulgado por el IBGE –Instituto Brasilero de Geografía y Estadística- el porcentaje de crecimiento de su PIB. Creció más del 5% como ya era esperado. Lógicamente el gobierno Lula festeja con bombos y platillos. No es para menos. Además Lula está con su popularidad en alta, pero sufre el dilema de ser el único del PT -Partido de los Trabajadores- actualmente en el gobierno a tener caudal electoral a nivel nacional. El esto, hace mucho ruído, pero poca acción.
Para sucederle en el cargo de presidente del Brasil, surgen nombres como el de la actual ministra de la Casa Civil y ex guerrillera Dilma Rousseff, el actual ministro de Acción Social Patrus Ananias, también el del ministro de justicia Tarso Genro y otros como el del senador Eduardo Suplicy. Corren por el costado de la cancha otros nombres de otros partidos como el del ex tucano (PSDB) que hoy se aloja en el PSB Ciro Gomes que también fuera ministro de hacienda, ex gobernador del Estado de Ceará(CE) y ex ministro de Integración Regional del gobierno Lula.
Para completar el equipo tenemos a un actor importante que juega en las dos puntas: chuta bien con la izquierda y patea de maravilla con la derecha, además tiene mucha impulsión y cabecea de ojos bien abiertos, el actual gobernador del Estado de Minas Gerais (MG) y ex presidente de la cámara de diputados del Brasil Aecio Neves. En su currículo también podemos agregar lazos familiares importantes: es nieto de Tancredo Neves. Actualmente está en el PSDB y según, noticias del Planalto, quieren que se Afilíe al PMDB, partido de la base del gobierno en el congreso. De esa forma podría recibir el apoyo de Lula. Resta saber si su partido dejará y si deja el PT le apoyará.
No hay dudas de que hay una mejora en la economía brasileña. Las industrias trabajan en su capacidad máxima, exporta mucho, internamente tiene un mercado floreciente, principalmente con la llegada al consumo de las clases C y D. Esta clase social es fuertemente beneficiada por el programa social del gobierno que se llama “Bolsa Familia” que distribuye anualmente unos 20 mil millones de U$ como beneficio a la pobreza.
Por otro lado, surgen dos serios problemas: la energía y la mano de obra, así como en los EE.UU. Brasil necesita de más ingenieros y menos abogados. Hay un crecimiento espectacular en la construcción civil y en la construcción de grandes usinas, pero no hay gente para trabajar. Otro problema que el país necesita urgentemente resolver es la seguridad: ya nadie aguanta el alto índice de criminalidad de las grandes ciudades y que hoy en día también ya llega con fuerza en el campo. Hace falta política pública y una sola decisión política: educación. De balde vamos a combatir el enemigo en la calle porque no hay lugar siquiera en las cárceles y si existe no sirve. Tampoco podemos admitir la pena de muerte consentida.
La educación es el único camino seguro para vencer esta guerra. Combatir el crimen sin esta política no resuelve nada ni a corto plazo. Invertir en educación es como plantar un árbol. Hay que hacerlo ahora y cosechar en los próximos quince o veinte años. No cuesta nada y el país tiene mucho dinero. Lo único que sobra en el Brasil es dinero, así como gente que necesita estudiar.
El crecimiento económico continúa beneficiando sólo a una parte de la población. No a la burguesía como diría un perfecto idiota, sino al que estudió, se preparó y continúa actualizándose para los días de hoy: libre mercado, tecnología, conocimiento y globalización. Igualdad entre todos sólo en el “socialismo” cubano: jodidos, presos y sin libertad. Igualdad de oportunidad es lo que todos necesitan y hace falta en el Brasil.
y lo que más tiene el Brasil es dinero para invertir en eso. Brasil será una potencia, hace parte del BRIC, pero necesita de reformas profundas y esa es una decisión política que alguien deberá tomar ahora, antes de que sea tarde. FHC hizo su parte, Lula está haciendo la suya, el próximo tendrá otras cosas para resolver. SEGURIDAD Y EDUCACIÓN.
