SOCIEDAD DEL MIEDO Y DEL AMOR

FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO

Según el filósofo francés Luc Ferry, el mundo actual vive la sociedad del miedo: miedo de la globalización, miedo de la escuela, miedo de hacer un examen, miedo del sexo, del calentamiento global, de las bolsas. Algunos, como el último, con razón. Su obra “Aprendiendo a Vivir” vendió más de 700 mil ejemplares en todo el mundo, más de 40 mil en Brasil, pero ninguno en el Paraguay.

Asimismo, argumenta con sólidas bases filosóficas que ya nadie está dispuesto al sacrificio por la religión, por la patria o por una revolución. La sociedad contemporánea del occidente, según el filósofo, está dispuesta al sacrificio por la familia, específicamente por un hijo. Cuántas madres no están lejos de la familia y del país, trabajando incluso de forma inhumana para darles algo mejor a sus hijos.

Con la llegada del capitalismo afirma Ferry, la forma del casamiento cambió. Antiguamente, los matrimonios eran forzados, sean para preservar el nombre de la familia o intereses patrimoniales. El sacrificio por el hijo tiene mucho que ver con la nueva forma de casamiento: por amor. Las mujeres han logrado su espacio en el mercado laboral y con eso la relación amorosa de las parejas para el casamiento es un factor fundamental. Y por qué aumentaron los divorcios. Justamente por ese nuevo factor. Nadie es obligado a estar casado. En el pasado nadie se separaba, pero el hombre usufructuaba amantes, casas paralelas e hijos “naturales o ilegítimos” la infidelidad era institucionalizada.

Siempre, por el método de la observación, percibí que los jóvenes de hoy en día, eran mucho mejores que los de mi generación. Que mis hijas eran mucho más mimadas y amadas de los que fuimos mis hermanos y yo. Llevo quince años como profesor, también soy padre de dos nenas. Tuve una educación fantástica, sin miedo, pero con poca atención humana. A los diez años hacía cosas que mis hijas jamás lo harían, no que no quisieran, sino que yo no se las permitiría. Los hijos de hoy tienen más atención de los padres, aunque parezca lo contrario. Piensa cómo fue tu infancia y cómo está siendo la de tus hijos. Es mejor o peor. Claro, ellos no tienen, todavía, la capacidad intelectual nuestra, pero, créanme. Serán muchos mejores que nosotros.

Luc tiene razón, su argumento tiene base científica en el occidente. Desde luego, dentro de esta civilización, aún existe quizás lugares en que muchos aún piensan sacrificarse por una ideología o patria, principalmente por estos trópicos. O sea, estamos atrasados, por lo menos, unos 40 ó 50 años en relación al norte, por ejemplo. Hay gente en el Paraguay que aún piensa en la lucha de clases. Hace falta un up grade para algunos socialistas del Siglo XXI.

Lo del miedo me preocupa. Gobernantes que tienen miedo de tomar decisiones. Jueces que tienen miedo a dictar sentencias, sea para condenar o soltar. Ambos casos, lo vemos claramente en el gate de los cadetes que según imágenes abusaron de una compañera. El otro es en relación a las víctimas del “Ycua Bolaños”. Intendentes sin coraje de quitar chatarras que circulan por las calles, tanto públicas como privadas. Ministerios que no fiscalizan a patrones mal pagadores y fraudadores del IPS, pero se pasan chillando contra integrantes de su propio gobierno.

Muchos o nadie quiere decir la verdad, a comenzar por el Estado. Intentan firmar Tratados secretos, por miedo a que la sociedad sepa de las reales intensiones de los que ocupan el poder. En este caso es una verdadera ruptura. La sociedad paraguaya no quiere ser el quintal de ningún otro país. Queremos personalidad e identidad propia. Queremos ser igual a la selección actual. "Admirado y temido", por todos.


Está claro que en el Paraguay se debe comenzar a cobrar impuesto a la renta a las personas físicas y nadie decide por miedo a que lloren los más pudientes, mientras tanto los mismos se pasan el día quejándose de los niños de la calle o del abandono del Estado en los puestos de salud pública. La carga tributaria en el país es muy baja para las necesidades imperiosas que tiene el Estado para con la sociedad. Más del 95% del presupuesto es para pagar sueldos, eso no debería pasar de sesenta. Dimiten centenas de colorados, pero admiten millares de otros partidos y movimientos. A eso le llaman cambio.

Con este tipo de actitudes políticas tengo mucho miedo a que mi país esté peor en 2013 y lo peor, ya nadie estará dispuesto a morir o luchar por él. ¡Viva el amor!

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