HIPÓCRITAS SÍ, PERO ANALFABETOS NO.


FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO

Vacía tu bolsillo en tu mente, y tu mente llenará tu bolsillo.
Benjamin Franklin (1706-1790) Estadista y científico estadounidense.

Si alguien se ofrece para eliminar nuestra hipocresía, acepto, desde que no haya discursos, sino ejemplos, pero debe partir de alguien, de alguna institución multilateral, alguna OING, con cierta condición moral para semejante trabajo. No obstante, que alguien diga en público, aun el más ignorante de los pueblos, que vendrá a ayudar a lo nuestro a erradicar el analfabetismo, es el fin del mundo.

Quizás aceptemos la crítica, no la enseñanza, si la idea partiera de algún país del norte de Europa, como Finlandia, por ejemplo, que tiene el más alto índice de alfabetización del planeta, y se proponga a ofrecernos ayuda de su método o su tecnología para tal menester, bajo la orientación de un profesor auténticamente paraguayo. Nuestra cultura es única y ella no será jamás comprendida por ningún forastero, por más didáctico que sea. Menos todavía, por unos vecinos y enemigos históricos, tan hipócritas como nosotros y más analfabetos que todos.

La política educacional tiene que ser con la finalidad de libertar a la gente, de abrirle la mente, enseñarle a pensar, a trabajar, a producir más y mejor, a enseñar, y eso no se consigue con dos años de gobierno, como pretende el indiecito. Eso se resuelve a medio y largo plazo, colocando a disposición de la gente, buenas escuelas, preferencialmente en tiempo integral, buenos profesores, buenos libros y principalmente sin ningún tipo de tendencias ideológicas, sino la libertad de pensamiento.

Todos dicen que en Cuba no hay analfabetos. Eso es relativo. Si no existe la libertad de leer lo que a uno le interese, ¿cómo vamos a progresar? Cuba está como está ¿por que? ¿Acaso la educación no es la base del progreso, de la riqueza, la libertad y del bienestar de todos? La producción en Cuba es insignificante. Existe un solo diario y la misma tiene sólo siete páginas, un solo editor, un solo pensamiento, un dueño. Piense conmigo: ¿podrá un pueblo libertarse de sus yugos, con ese tipo de alfabetización? Todos fuimos engañados por décadas de la salud cubana, pero resulta que tuvieron que traer médicos y medicamentos de España para atenderle a su líder. ¿El pueblo cubano tiene la misma suerte que Fidel?

La hipocresía paraguaya está en el mismo momento en que ningún integrante del gobierno, tan siquiera el ministro de educación, saliera al paso de los deseos del Aymará, para decir, por lo menos, que existe algún proyecto en ese sentido y que los bolivianos no necesitan preocuparse con nosotros. Agradecerles, por lo menos, la intensión. La mejor cosa que los bolivianos pueden hacer es cuidar de su unidad nacional que sólo, depende hoy en día, de los deseos del Brasil. Creo que tienen tantos problemas, al igual que nosotros, que podrían utilizar sus energías en intentar resolver los suyos.

Estudié en una escuelita de la campaña, donde aprendí a leer con mi profesora Liduvina de Alderete (me iba descalzo), después en otra de Asunción. Más tarde ingresé en el “Acosta Ñú” (1979-1983) En la década del ochenta hice mi curso superior en el Brasil, también estudié en España y viajé por casi todo el mundo, en mi condición de estudiante. Hoy en día trabajo en una gran universidad brasileña, con cargo de confianza, dirijo una red de instituciones dentro del Brasil y jamás me faltó algo que no hubiese aprendido en la escuelita paraguaya de San José de los Arroyos (Yhacá).

Tengo la absoluta certeza de que en el Paraguay hay suficientes profesores y escuelas como para resolver el problema de la educación primaria. El gobierno debe preocuparse mucho más, en compañía de los intendentes municipales, por la educación básica, sumar esfuerzos para erradicar el problema. Con los gobernadores deben enfrentar el problema de la educación secundaria. Y hacer lo que esté a su alcance, primordialmente, con la ayuda de la iniciativa privada, para una buena educación superior, súper visionada, pero no por ideologías, sino por prácticas de investigación científica correcta. El resultado debe beneficiar a la sociedad, de lo contrario, no sirve para nada.

El MEC debe exigir de las universidades que son autónomas, pero no soberanas, para que se sometan a un control más estricto y científico. Como por ejemplo, un cuadro mínimo de profesores con cursos de post graduación, un proyecto pedagógico previamente analizado y recomendado. Bibliotecas, producción científica mínima, estructura y sueldos compatibles, durante los 12 meses del año para sus profesores.

No hay necesidad de pedir ayuda para erradicar el mal del analfabetismo, pidamos, pero a alguien que entienda del asunto. Sinceramente, importar el problema cubano, dejemos con la gente de Venezuela y Bolivia. El Paraguay no tiene por qué contaminarse, gratis, con un problema que a medio y largo plazo nos dará mucho más atrasos que progresos. Me decía un diplomático venezolano: “En mi país maquillaron los resultados, colocando a gente que ya sabía leer para los exámenes” Conclusión: la UNESCO, no aceptó el resultado. No es ese el camino que nos llevará a la “PAZ Y JUSTICIA”

Feliz navidad, feliz año nuevo.

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