CRISIS ECONÓMICA Y PROTECCIÓN SOCIAL.

FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO

El pasado miércoles estuve en un Painel internacional sobre Protección social en la crisis económica global, organizado por el Centro de Ciencias Humanas y Educación de la UNAMA –Universidade da Amazônia” participamos tres profesores en la mesa. El Dr Joseph Vidal, sociólogo de nacionalidad española, catalán, específicamente; el profesor Juan Hoyos, peruano, sociólogo y director de Relaciones Internacionales de la universidad y yo; en mi carácter de profesor y coordinador del curso de Relaciones Internacionales de la misma institución.

El profesor Hoyos me comentó que leía mi página y la tenía entre sus favoritos. Demás está decir que tengo pocos lectores, pero cada uno de ellos vale por mil. Esta página voy a escribir en homenaje a mi amigo Juan.

El profesor Vidal, se explayó sorprendido por excesiva preocupación de los obreros europeos –principalmente españoles y portugueses- por perder el empleo. Para el profesor, sería una oportunidad de deshacerse de los patrones capitalistas y partir para carrera sólo. O sea, intentar ser también un patrón. Capitalista. Además, recordó a todos sobre la importancia de acompañar los gastos del gobierno y del empleo justo de los impuestos pagados, principalmente, aquí en el Brasil. En el fondo, todos critican al capitalismo, pero todos quieren ser capitalistas.

El profesor Hoyos, exhortó a todos sobre la necesidad de la reinvención. La necesidad de que la universidad cumpla su papel en la sociedad. También, Hoyos habló de la necesidad de las constataciones y reflexiones. Ellos son sociólogos y tal vez tenga una visión más social de la crisis. Yo, en cambio, soy pragmático. Toda la vida. Veo todo muy sencillo y lo simple a veces facilita. La gran mayoría de los gobiernos, principalmente, el de los países industrializados, tienen un plano anticrisis, obvio, después de salvar a los banqueros. EE.UU. y España, así como Alemania, Francia e Inglaterra torraron trillones en salvamentos financieros. Pero también están presionados a hacer lo mismo con los pobres.

Aquí en el Brasil, la famosa “bolsa familia” ya existe hace mucho tiempo. La crisis por aquí vive, eternamente. En los últimos 100 años, según un estudio presentado esta semana en la revista semanal VEJA en la columna de Claudio Mora Castro, el país hizo crecer su PIB en 157 veces. Ningún país del mundo tuvo tamaño crecimiento. O sea, el problema del Brasil no es la producción de riquezas, sino su distribución. Eso se resuelve con educación. Pero con la educación básica. El gobierno brasileño, el MEC, se preocupa mucho en controlar a las universidades privadas. Debería hacer lo mismo con la educación primaria. Allí mora el peligro. De allí parten los problemas.

Si uno vuelve a releer algunos artículos, podrá ver que muchos previeron la crisis. Se sabía que había cinco veces más “dinero” circulando por el mundo que la suma de las reservas de todos los bancos centrales juntos. O sea, no habría cómo controlar. Pero nadie quiso frenar la orgía. Es como el orgasmo, mientras sienta el placer del mismo, el cerebro entra en una zona de eclipse total. Todos ganaban: los empresarios, los inversores, los banqueros, los ejecutivos y los gobiernos recaudando. Encima de un trabajo que no existía. En realidad, todos están devolviendo lo que ganaron injustamente, aun el gobierno.

El sector financiero era tan lucrativo que las mejores cabezas estaban allí. En el siglo pasado estaban en la industria. Esto es una constatación científica. Verdadera, aunque duela, a los que no forman parte de ella. Hay que enfrentar la realidad y ella se forma en la calle. La universidad debe discutirla y preparar los alumnos para enfrentarla.

La preservación ambiental, por ejemplo es una cuestión económica. La selva de cualquier parte del mundo no será preservada por discurso ni buenas intensiones. Esa preservación sólo será posible cuando sea más lucrativo preservarla que talarla. Pero esa lucratividad, sus habitantes tienen que sentirla en la barriga y en el bolsillo. Simple: preservo porque gano con ella. Hace falta más pragmatismo. Los discursos son buenos, pero sirve, muchas veces, para desorientar. Las acciones son más atractivas.

Si alguien dudaba de la globalización, esta es una prueba cabal de que el mundo está plano. Hagamos de la crisis una oportunidad. Como dijo la actual secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, esta crisis puede que sea una nueva oportunidad, para la humanidad. El problema no es el capitalismo. Son las personas y el Estado. Que lo diga los clientes de Madoff.
Que lo diga el gobierno norteamericano que relajó al máximo el control de las hipotecas, con la inteción de facilitar la casa propia a todos, sin dinero. Ahora todos sabemos, por qué los bancos piden tantos documentos cuando queremos dinero prestado. Ellos sólo prestan para aquellos que no necesitan. De lo contrario ya saben lo que pasa.
CONCLUSIÓN: El capitalismo debe recuperar su lógica. Esa lógica se perdió. Erroneamente algunos políticos como el presidente Lula, de discurso fácil, dicen que hay que cambiar esa lógica. A mi parece lo contrario, está descarrilado, hay que colocarle, nuevamente en el riel. No existe lucro sin trabajo, ni préstamo sin garantías reales. El presidente Nicalás Sarkosy, escribió días pasados el diario español http://www.elpais.es/ la misma tesis.

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