BRASIL: OLÍMPICO, MUNDIALISTA, INTERVENTOR EN HONDURAS Y SOCIO DEL FMI

FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO

Brasil ha sido premiado, en este año de 2009, para ser sede de varios eventos de primera grandeza, a nivel mundial en los próximos años. Otros hechos, económicos y políticos, también colocan al gigante suramericano, entre los grandes que caminan, rumbo a su objetivo: el desarrollo, aunque con implicaciones en su carácter de Potencia Regional.

Copa del Mundo 2014. Fue el primer gran premio recibido este año. En Zurich, Suiza, con la designación de ser el país sede de la FIFA WORLD CUP . Se dio el lujo de ser el único candidato. Lula, un político moderno y popular, estuvo presente para festejar la indicación, aunque haya sido el único país con ese proyecto. Un político como él, no pierde la oportunidad, al final, la mayoría de los brasileños, no se dieron cuenta de la singularidad con que se dio la indicación brasileña.

Olimpiada 2016, a Río de Janeiro. Esta vez la indicación fue un poco más difícil, aunque una sola ciudad sería la beneficiada, todo el Estado brasileño estuvo movilizado. El asunto fue tratado, literalmente, como una cuestión de Política Externa, conforme lo dijo el propio Ministro de Deportes, Orlando Silva, que pertenece al Partido Comunista Brasileño (PCdoB), uno de los pocos países en que todavía sobrevive está sigla del otro siglo, pero aún charmosa en el Brasil moderno.

Brasil ha ganado de España, Japón y los Estados Unidos; Río de Janeiro salió airoso enfrentando a ciudades como Madrid, Tokio y Chicago. Había varios ingredientes para pensar en la posibilidad de ganar. Primero, porque en Suramérica, nunca fue realizado un evento olímpico; segundo, la crisis económica y financiera mundial afectaron mucho y aún afectan a estos países que han pugnado por la sede olímpica. O sea, no se presentaron como mucha ansia de ganar.

Brasil es parte del FMI. En los años 90 e inicio del Siglo XXI Lula y sus partidarios (PT) , demonizaban a los países miembros de este organismo financiero internacional. Durante el gobierno del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, siempre amanecían “pancartas y afiches” con la famosa frase “FORA FHC, FORA FMI” El mundo verdaderamente ha cambiado, ahora Lula y sus "cumpañeros" adhieren a todo aquello que rechazaban ,vehementemente, en el pasado no muy lejano. O sea, Brasil está saliendo de la condición de explotado para explotador. ¿Es el camino natural de toda potencia, o una simple retórica de la izquierda caviar?

El mundo ha cambiado verdaderamente. Cuántas veces los grandes han comprado el voto de los chicos. Cuántas promesas habrá recibido Brasil, en el pasado, con la esperanza de ganar algún puestito de prestigio en algún Foro Mundial a cambio de algún voto en la COI para los grandes? Y para probar que el mundo ha cambiado, Brasil, según el gobernador de Tokio, ha negociado los Submarinos Atómicos y los cazas Rafales, no solamente a cambio de la concesión de sus tecnologías, sino principalmente a cambio de los votos franceses en la COI. Perfecto. El mundo real se mueve así y Brasil está aprendiendo, rápido. Incluso, ya es interventor en Centroamérica, cosa de los grandes.

Honduras y el caso Manuel Zelaya. Es una situación en que una parte atrasada de la izquierda petista, comandada por Marco Aurelio García -Ministro paralelo de Relaciones Exteriores para asuntos de intervención- todavía permanece en el grupo del gobierno brasileño. Meterse en los asuntos internos de los países, nunca fue bien visto por ninguno de ellos, mucho menos, por los, que un día fueron colonizados. Esa idea, estoy seguro, no es del Itamarati, aunque cuente con la aprobación del actual ministro de RR.EE. cuyo pase también, oficialmente, ahora pertenece al PT. Esta gente -Itamarati- no improvisa.
La autodeterminación de los pueblos y específicamente, el caso hondureño, debe ser respetada. En este caso Brasil está aplazado. Vamos a ver cómo se recupera de esta grave situación de intromisión. Los pueblos civilizados son pragmáticos, pero los que están en vías quieren ser soberanos. Es como el orgullo, no sirve para nada, pero la gente sudamericana lo quiere y lo valora. europeos y japoneses, prefieren una base americana y con ella seguridad que soberanía. Como diría el maestro Carlos Escudé: son realistas periféricos.
Ese discurso de respeto y soberanía abundan en la retórica de Lula y del propio Chávez (que se esconde por detrás de los actos brasileños) , pero no llevó en cuenta en el caso de Tegucigalpa. Infelizmente. En adelante, van a pensar siempre en la hospitalidad de las embajadas brasileñas. Buen huespéd es aquel que no pasa mucho tiempo, Zelaya ya está más de una semana.

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