REELECCIÓN PRESIDENCIAL EN EL PARAGUAY
Nicanor Duarte Frutos, presidente de la República del Paraguay (2003-2008) comenzó a cavar su tumba, en el mismo instante en que comenzó a hablar de reelección. Esa idea fue la que también presentó la figura del actual presidente, Fernando Lugo (2008-20013) al mundo político. Hasta entonces era un oscuro cura de la Teología de la libertacion, tramando guerrillas y "encantando" empleadas en una pobre iglesia de la región más pobre del país, bajo la mirada pasiva de Nicanor.
Sorpresivamente el actual presidente da su OK para que la gente que le sigue, los zurdos oportunistas, lleven a cabo la idea de la reelección, que necesita pasar por el parlamento y en donde este grupillo sólo cuenta con media docena de seguidores, sin condiciones políticas de realizar la modificación de la ley mayor.
Cuenta la leyenda que la idea les cae bien a los colorados. Ahí los "ingenuos Tekojojás" tendrían un aliado de peso para la aprobación. Esta idea tampoco le va mal a un grupo importante de liberales, excepto al de Federico Franco. Los colorados saben que una candidatura encabezada por el actual VP tiene votos republicanos. La otra parte Liberal no se importa en continuar bajo la sombra de Lugo. Hay negocios que son más prósperos que la presidencia.
Bueno, aquí no hay madrecitas ni angelitos, aunque haya curas disfrazados de políticos que en realidad son todo lo contario. Entre los colorados mucho menos. El actual grupo que comanda el partido fundado por Bernardino Caballero entiende que Lugo no conseguirá la reeleccion, por eso ayudarán a modificar la Carta Magna. Eso evitará, en el futuro, caer en el cuento en que cayó Nicanor. Caso sea un colorado el próximo presidente, tendría seguro su reelección, sin necessidad de desgastarse, ni de gastar mucha labia y plata.
En este momento cada uno mira sus intereses. Lugo y su grupo, seguidos por los zurdos y liberales, saben que es mejor asegurar cinco años más. Para algunos liberales "es mejor ser cola de león que cabeza de ratón" por otro lado los colorados saben que Lugo anda desgastado y su índice de aprobación en el "Latinobarómetro" no es nada alentador y concluyen que la modificaión constitucional les viene como el anillo al dedo de Kate.
Pero en política no hay nada que no cambie de un día para otro. Lugo tiene a su favor el crecimiento económico a "ritmo chino" está haciendo los cambios estratégicos para controlar los entes recaudadores y gastadores "Itaipú, Aduana, INDERT y sólo le falta asaltar el M.O.P.C, donde los liberales leales a él están atrincherados. y OJO: los 350 millones de US que el Brasil, practicamente ya aprobó, servirá para qué? Cartes puede tener todo el dinero del mundo, pero no arrojará ni un centavo si no ve cómo recuperar, sin embargo la plata de la viúda (Estado) no es de nadie y es de todos, al mismo tiempo.
No se olviden señores de la A.N.R lo que está sucediendo en el Brasil (bolsa familia) en la Argentina (Subsidios) y otros países de la región, en el Paraguay está llegando esa plaga, y cuando ella se instale, será tarde. Votar con la barriga vacía es mucho mejor para los políticos de turno que con la cabeza llena. Lugo y sus secuaces van a comenzar a dar plata a diestra y siniestra. En Paraguay lo que abunda es la pobreza, amiga de la ignorancia y la pereza. Qué mejor llenar la panza, sin necesidad de levantarse temprano y trabajar?
Caer en este cuento chino, sería más una vez un grave error de los colorados. La reeleción no es mala, pero cuando se tiene un mandato de cinco años, no es necesaria. Brasil ya quiere volver a tener mandato de un lustro en vez de 4 + 4. Como decía Lula "El presidente que está en el poder y pierde la reelección es porque es muy incompetente" Sabemos que Lugo no es de los más sabios, pero es mejor no arriesgar. "Plata ha cuarahyre avave no maña arei" para finalizar, a los gobernantes no se le miden por la ética ni la moral de la vida privada, sino por los resultados.
La discusión no le hace mal al país, pero debería andar en paralelo con la necesidad del BALLOTAJE (segunda vuelta) Eso sí que, políticamente reforzaría el poder del presidente que mucho le hace falta al país. Ahí dividiríamos los intereses: el de los políticos y el del pueblo.
@fgip
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