PARA SER UN GRAN NEGOCIADOR...

FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO

Ser un gran negociador requiere algunas actitudes humanas y de técnicas muy bien estudiadas. Uno tiene que estar de acuerdo para resolver diferencias de opiniones entre las personas, eso significa evitar al máximo el conflicto y enfrentamiento con los demás. El egoísmo en las negociaciones debe pasar a segundo plano y hay que estar comprometido con los compromisos asumidos.

También es muy importante que el otro lado se sienta bien durante y al final de una negociación. Para ser un gran negociador es necesario un raciocinio lógico y claro bajo presión. Hay que pasar la impresión de ser un diplomático y que tiene tacto para resolver los problemas. Debe ser reconocido por la capacidad de expresión clara, además debe tener en cuenta de que muy pocas cosas en la vida son innegociables.

Negociar sueldos por ejemplo no significa aceptar, siempre, lo que te proponen. El buen negociador debe ser capaz de dejar en evidencia su valor y así conseguir mejores oportunidades. Hay que entender la expresión corporal y facial, ellas dicen mucho más que las palabras. Para ganar la guerra uno debe entender que no significa ganar todas las batallas. El buen negociador trabaja de forma intensa para ganar ventajas, aun siendo estas pequeñas.

Un buen negociador, además de saber expresarse de forma clara debe saber oír. Hay que saber pedir descuentos y principalmente preparar, con antecedencia, los temas a ser negociados.  El buen negociador es aquel que consigue, casi siempre, lo que se propone. No hay que temer en los pedidos de descuentos, ni que sea ofreciendo la mitad de lo que te piden.

Las personas no ganan lo que merecen, hay que saber negociar el sueldo a ser recibido. No hay que aceptar los valores iniciales pedidos en una negociación y por último, hay que tener la sonrisa fácil cuando se lidia con alguna negociación seria.