Elecciones paraguayas 2013: Cartes y Alegre, entre intenciones y realidades

Félix Gerardo Ibarra Prieto, Dr.


ALEGRE Y CARTES: CANDIDATOS CON POSIBILIDADES
Estas elecciones tienen algunas semejanzas y diferencias entre las del 2008. En la anterior había el prenuncio de un cambio, lo que efectivamente se realizó. También había en el aire una esperanza, pero también una gran incerteza: ¿Lugo conseguiría gobernar?

La teoría contemporánea del poder dice que nunca fue tan fácil de alcanzarlo, jamás fue tan difícil de ejercerlo y como nunca, es mucho más fácil de perderlo. La historia política paraguaya reciente lo ha demostrado eso a cabalidad.

Un año antes de las elecciones de 2008, nadie conocía a Fernando Lugo, vino y se eligió fácil, pero no hizo lo más mínimo para ejercer el poder, no sabemos si por pereza o falta de capacidad, con ello, todas las esperanzas se hicieron humo. La consecuencia ya sabemos, perdió el poder y con él todo el país quedó en la frustración.

Justo o injusto, la salida de un presidente, sea por el motivo que fuere, es siempre muy perjudicial a la imagen del país. La estabilidad política es el parámetro de muchos y para muchas cosas. Países inexpresivos, generalmente son brillantes en la falta de estabilidad política, que genera falta de actividad económica, confianza y por ende pobreza extrema y atraso.

Cartes se parece a Lugo, en la arena política nadie lo conocía, está llegando ahora y todo indica que ganará las elecciones presidenciales de este año. ¿Conseguirá gobernar? Esperamos que sí. ¿Perderá el poder o solo se mantendrá en el poder, sin ejercerlo? Alegre surge con Lugo, su partido está en el poder, caso gane, ¿conseguirá ejercerlo? Temo que la política paraguaya sea como la argentina, donde ningún partido que no sea colorado o peronista, sean inviables. 

Los liberales, en menos de un año ya demostraron que no tienen el menor pudor para usar la plata del pueblo para comprar apoyo político de los traficantes del poder. O sea, no tienen nada que ofrecer al pueblo paraguayo ni nada que decir de los colorados.

La primera obligación de un  presidente de la república es mantenerse en el poder, después ejercerlo. En eso de ejercer veo que hay más posibilidad para el futuro presidente, caso este sea Cartes o Alegre: primero, hay un gran partido por detrás (ANR/PLRA) capaz de aglutinar fuerzas del bien y del mal.  Ya el Unace está en su canto de cisne, en la tumba, según parece. Ya no pasan de traficantes de la política, como siempre han sido, pero ahora más atrevidamente. Ya facturaron lo suyo en la Indert y ojalá desaparezcan del escenario político paraguayo, porque realmente en nada contribuyen.

El PLRA sin el FG no haría grandes fuerzas para desestabilizar al gobierno entrante, caso no gane (se comportarían como los colorados en la era Lugo). Ellos ya han saciado su sed de poder y en todo caso, creo que fue suficiente, porque, en el fondo, no hicieron nada de nuevo, a no ser perpetuar la derrota de las buenas intenciones por la realidad. El caso Indert es muy ilustrativo del tratamiento que Franco le dio a la "Res pública".

Cartes, tiene experiencia administrativa, al contrario del excuracatólico que nunca antes había administrado tan solo un gallinero. Lo máximo que había hecho es rezar misa y bolinear a las señoras beatas que creían en la santa iglesia católica. Lo mejor que había hecho era mantener a oscuras su vida privada, pero al ser el hombre público número uno del país, no pudo más. Alegre tiene la ventaja de ser político, pero la desventaja de ser mañoso.

De Cartes ya se dijo de todo. Además tiene grandes intereses que sin dudas van a estar en choque con el Estado de Derecho. El tabacalero, entiendo yo, debería vender su fábrica, caso gane las elecciones. Piñera, en chile, tuvo que deshacerse de algunas empresas que podrían entrar en conflicto con los intereses públicos.

Es posible que un gran empresario sea un gran presidente. Antes que nada, todos los poderosos, son políticos y negociadores indiscutibles y competentes. Nadie se hace rico por acaso ni por bobo.

El único problema es que las cosas funcionan con otro ritmo. Cartes verá que las decisiones son difíciles de tomar y mucho más difíciles de realizar, de llevar a cabo. Tienen sus procesos, su tiempo y los intereses políticos son muchos. Entrará en choque con su propio partido y quizás, con sus propios intereses. En ese ritmo, Alegre baila mejor.

El rico, generalmente sale más pobre del poder y el pobre, casi siempre sale rico. Estimo que Cartes perderá plata, pero como ya la tiene, eso no sería un problema para él. Creo que como ser humano, que ya alcanzó casi todo, está yendo atrás de lo que no tiene, el poder. Cueste lo que cueste. Como Wasmosy. 

Este pagaba a los generales un  sobre sueldo de su propio bolsillo y les regalaba autos con la finalidad de cautivarlos y mantenerlos cerca (la obligación de mantenerse en el poder) Pero una cosa es aliviar el bolsillo de 10 generales y otra cosa es saciar la sed de más de 200 parlamentarios. Esa es la gran incógnita. Los generales ya no hacen golpe, el peligro está en el parlamento.

En el Paraguay, así como en la mayoría de los países atrasados, la política no se hace para favorecer a la mayoría, sino para favorecerse de ello. No se hace política en el Paraguay para ayudar a la nación, sino servirse de ello. No se hace política para servir a la patria amada, sino quitarle el sumo. Esa es la realidad que siempre derrota por goleada a las buenas intenciones. Nadie quiere saber lo que se puede hacer por la patria, sino lo que la patria puede hacer por uno. La realidad es que todos adorarían vivir de pensiones graciables, dado por los señores diputados, cuyos trabajos se limitan a eso.

Mis ideas, muy personales, son como las de la “dama de hierro” fallecida días atrás: detesto sindicatos, pobreza, déficit, empresas públicas y corrupción. No hay espacio, a largo plazo, con esas realidades. Si no se enfrenta a los sindicatos, que maman de las tetas del Estado, si no se privatiza las empresas públicas deficitarias o no. Si no reduce el déficit fiscal, si no aumenta los impuestos a los ricos (en el país es muy bajo), si no facilita la entrada de capital (IED) si no trabaja para mejorar la policía y la educación de los niños, nada habrá hecho, sino pasar a la historia como un presidente más.

El trabajo es duro, la realidad es dura, quien se compromete antes de millones de almas esperanzadas debe saber que se espera mucho de él. El cambio es necesario, sin embargo debe salir del discurso y llegar a la realidad.

Nuestra economía es basada en el campo, en el agro, debemos atacar la mala productividad y ganar la buena, para eso es necesario mucha dinámica del MAG. Técnicos en la chacra y no en las oficinas. Miren la diferencia entre CDE hasta Caaguazú (próspera) y vean lo que hay desde Caaguazú hasta Asunción, sólo "tacurú" y "vacá pirú". Ese panorama también se ve en la ruta 1 que va a Encarnación y por diversos otros horizontes. Cambiar eso no es difícil, basta que haya voluntad política y buenas ideas.

El nuevo presidente debe comenzar con todo aquello que sea posible y cuando se dé cuenta, estará haciendo lo imposible. Podía comenzar, por ejemplo, con el modelo de gobierno electrónico: con eso se evitaría las filas en los bancos y ministerios para pagar o recibir algo y lo mejor, no depende del congreso.

Es posible pagar tributos sin tener que formar fila en las cajas fiscales, eso es cosa del pasado, la modernidad grita por llegar a las instituciones públicas paraguayas. Eliminaríamos varios zánganos y ganaríamos tiempo para otros menesteres. Ahorraríamos estrese, combustible, trabajo y dinero. Evitaríamos más corrupción. No hay como evitar la corrupción cuando el dinero circula por todas las instituciones públicas, el Estado y el tesoro nacional debe tener cuenta única. El contribuyente debe pagar en el banco y jamás en la ventanilla.

Las instituciones recaudadoras ya no pueden permitir que los contribuyentes tengan que dislocarse por kilómetros, entrar en filas interminables y así poder estar en día con sus obligaciones. En gobierno organizado y electrónico debe facilitar la vida del ciudadano. Que los impuestos a pagar puedan ser vistos, por medio de códigos en las páginas del Estado y así poder imprimir y pagar en algún banco, sin salir de casa. ¿Es mucho pedir? Esa modernidad es posible. Hoy todos tienen celular y desde el celular todo puede ser hecho. En el Brasil es posible declarar el IRP por medio del móvil.

Que los buenos alumnos, principalmente de familias pobres, puedan estudiar, sin mayores barreras financieras, en las universidades nacionales de todo el país. Hoy, eso es imposible, porque existen las barreras que los pobres no pueden transponer. Debe ser exonerado las matrículas y facilitado los libros didácticos en todas las bibliotecas de las facultades nacionales del país. ¿Es difícil? 

Los alumnos izquierdistas (de los centros de estudiantes) podrían hacer el gran favor social de organizar cursillos gratis a los alumnos de escasos recursos, en vez de hacer loas a gobiernos foráneos autoritarios a cambio de plata fácil. Dejar de venderse a ideas arcaicas y externas y comenzar a preocuparse por la realidad de la gente que merece atención y pide ayuda.

              
Que en menos de 24 horas pueda ser abierto una pequeña empresa en el Paraguay. Para eso es fundamental el gobierno electrónico, que las municipalidades, ministerio de hacienda y otros se comuniquen, electrónicamente. Eso acelera el crecimiento y evita la corrupción. El Estado debe tener gente preparada en todos los departamentos y ciudades polos, un grupo de funcionarios entrenados para capacitar a pequeños productores y emprendedores. ¿Se puede? 

El poder judicial debe disponer de este recurso para acompañar los procesos judiciales, esa posibilidad ya existe en varios países. Así evitamos corrupción, encajonamiento y otras cositas más.

Evitar la importación de chatarras. Veo que hay posibilidad de instalar fábricas de automóviles en el país. Para que eso sea posible, es fundamental trancar la importación de basuras de todos los cantos del planeta. Chatarras causan polución y no favorece de manera ninguna al país, a no ser a una centena de importadores. Esa gente deberá hacer otras cosas, más viables y decorosas por el bien de todos.

En la política externa, es fundamental un ministro de RR.EE que sepa defender los intereses del país. Es imperativo el buen convivio con los vecinos, principalmente Argentina y Brasil. No se puede mirar más allá, sin la buena sociedad con estos países. Nuestra política externa debe ser orientada en la defensa de nuestros intereses económicos, humanos, alimentares, políticos, territoriales, ecológicos y por principios democráticos, republicanos, soberanos y de libre determinación, en fin, por el DIP. Ya que no tenemos ningún Hard power ni tampoco soft, usemos un poco el Smart.

Las FF.AA otro brazo estatal de nuestra política externa debe, urgentemente, recibir otras misiones constitucionales, de una forma que la Seguridad y Defensa sean complementares. Nuestro mayor enemigo no son los Estados vecinos, sino actores no gobernamentales internos y externos, enemigos sin rostros, sin patria y organizados: tráfico, contrabando y terrorismo.

Países pequeños, con autoridades políticas y policiales corruptas, es nido seguro para dinero sucio, traficantes de drogas, de humanos, contrabando, grupos armados irregulares y todo tipo de delitos transnacionales. En el Paraguay se le corrompe incluso a aquellos que quieren trabajar lícitamente, imagínese usted a los demás. Mientras se pida coima para instalar empresas serias, no saldremos adelante. Empresas serias y grandes no pagan coimas.

La policía, últimamente, no ha tenido un comportamiento republicano, es urgente que esto se encarrile. Cambiar la cultura del garrote por los libros. Es necesario cambiar la escuela de policía y no al comisario. El problema está en la raíz de la formación integral, comunitaria y republicana de los agentes. Hay que pagar un sueldo decente, sin embargo el bajo salario no es una puerta abierta para el robo. Pobreza no es sinónimo de criminalidad. La mayoría de la gente gana poco y ni por eso se dedica a robar.

O sea, todo eso es posible, sin tener que forzar al congreso paraguayo que es totalmente indecente e inerte. Una reforma constitucional sería saludable, pero me parece poco probable. Como decía el político brasileño ya fallecido. Ulises Guimarães “si te parece que este congreso nacional es malo, espere el próximo…”

Para proseguir con lo que yo llamo de imposible, deberíamos privatizar todas las rutas, puertos y aeropuertos del país. De esa forma pagarían solo los que usan, porque de la forma que está se paga caro, usando o no. Y si se usa, se paga dos veces. El servicio es caro y malo. Vean las condiciones de las rutas nacionales. Compare con las privatizadas. Mas vale pagar un peaje más caro y llegar con los amortiguadores sanos. ¿Alguien sería contra? Claro, los sindicalistas, aquellos únicos que ganan con el atraso nacional. como dijo el economista de la universidad de Chicago, Milton Fridman "si el Estado administrase el desierto del Sahara, faltaría arenas en cinco días"

Por último, fundamental: mediante el MJT, hacer justicia por la dignidad de los trabajadores. Hay muchas categorías que no consiguen ni organizarse por presión de los pseudo empresarios. Patrones que piensan que son empresarios y en realidad explotan a sus empleados, con jornadas de 12 horas diarias, de domingo a domingo. Eso termina en enfermedades físicas y mentales, en sociedad desarticulada y sin padres de familia dentro de la casa.

Además no pagan ni el IPS. Hay demasiada gente en esa condición. El Estado está para eso y fiscalizar el trabajo digno es deber de todo gobierno. No depende del Parlamento, basta hacer cumplir la ley. No he visto a ninguno de los candidatos manifestarse a favor de los trabajadores, en síntesis, nadie parece saber cuál es el programa de gobierno de ninguno de ellos. El subempleo en el Paraguay tiene un pasado glorioso y un futuro brillante, basta.



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