BRASIL: SIN AGUA NI LUZ Y SIN POLÍTICA.

Félix Gerardo Ibarra Prieto, Dr.

FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO, Dr.
Profesor titular de RI (Unama)
Brasil
Brasil es un país raro. Visto desde afuera es un paraíso. Viviendo aquí adentro, casi un infierno. ¿Quién no se encanta por sus paradisiacas playas, su cultura, su música, su fútbol, su grandeza, su gente, su carnaval y sus lindísimas mujeres?Conocer Brasil es la vacación soñada, por medio mundo. Aquí adentro la presión y la temperatura, son otras.

Llueve bastante en el norte (en esta época del año) y es sequía en el sureste (ocasional) y en el nordeste (permanente) ya el sur está bajo agua. Es el país con más homicidios en el mundo (10% del total), aunque abriga solo el 3% de la población mundial, paradójicamente se chocan con el atentado en París contra el semanario Charlie Ebdo (donde fallecieron 12 personas). Se paga el impuesto más alto del mundo (casi un 40% del PIB) y sus bancos cobran las tasas de intereses más altos del planeta (525% al año en la tarjeta de crédito). ¿Qué te parece? ¡Ah!, ¡cuidado! cuando hace mal tiempo. Aquí también caen 100 millones de rayos al año. El más alto índice del mundo.

En Brasil es mucho mejor apostar el dinero en los fondos de inversión que en 4 años rindieron casi el 80%. En cambio, el dinero invertido en la industria con todas sus complicaciones burocráticas, laborales, códigos ambientales y tributarios rindieron en ese mismo periodo solo el 40%. O sea, es una locura este país. ¿Quién va a arriesgar su plata aquí? En la producción, nadie. En la especulación, todos.

Su matriz energética es la hidroeléctrica (80%), o sea depende de agua. Depende de lluvia. Depende de San Pedro. Así como el presidente venezolano Maduro espera por la ayuda divina (para tener papel higiénico y leche), aquí también los socialistas (neocomunistas) ya comenzaron a rezar para todos los santos del cielo. ¡Agua mi dios señor, te lo pide el pecador! Como mi mamá lo hacía, en las sequías de Yhacã (San José). No hubo la más mínima planificación, ni mucho menos honestidad con la gente por parte de sus dirigentes.

Están quitando agua para consumir en San Pablo de una represa llamada Billings (contaminada por las peores bacterias que perjudican al ser humano) un poco peor que el Lago Ypacarai. En Rio de Janeiro los reservatorios ya están en su volumen muerto (tomando barro) y en Minas Gerais también. Es decir, los tres Estados más importantes del país (SP, MG y RJ) están con los días contados, si es que no llueve. Es el peor estiaje en los últimos cien años.

Lo peor de todo. Sus autoridades políticas siguen negando lo obvio. Dicen que no faltará ni luz ni agua. Los hechos se imponen por sí solos. Lo cierto y lo concreto es que a los políticos brasileños les falta honestidad suficiente para decir a la gente que ahorre agua y luz, porque si no lo hace va a faltar. Las represas en construcción como Belo Monte (Norte) que sería la segunda más grande (después de Itaipú) y otras tantas están cuatro años atrasadas. Según expertos, no existen líneas de transmisión con suficiente capacidad y seguridad para llevar la energía generada a su local de consumo. ¿Conocen el Paraguay? Es más o menos lo mismo.

Dicen los especialistas que el 30% del agua se pierde entre el local de producción y el local de consumición. Otras tantas en la misma planta de producción. Todo eso son políticas de corto plazo que el Brasil no resolvió. Lo mismo pasa en la distribución de energía eléctrica.

En las escuelas brasileñas se enseñan que Brasil posee la mayor cantidad de fuente de agua dulce del mundo. Es cierto, pero por mucho que se tenga, si uno no administra todo eso, un día amanece sin agua y sin luz. ¿Qué se enseña en las escuelas paraguayas sobre la energía eléctrica? Quizás que somos el país con más energía eléctrica per cápita del mundo. Cuidemos. Un día termina.
Para concluir: la presidenta Dilma anda escondida. Ha preferido ir a la asunción de Evo en La Paz que dar explicaciones en Davos (Suiza). Mintió tanto a la gente para poder reelegirse que no tiene el coraje de mirarle a la cara a su propio pueblo.


Lo peor aún está por llegar en el Brasil. No se sorprendan por un pedido de impeachment (juicio político) en este segundo semestre por parte de sus propios aliados. La operación “Lava Jato” del caso Petrobrás (corrupción) ultrapasa fronteras. Ella sabía o por lo menos debería saber de todo, era la Presidenta del Consejo de Administración de aquel entonces. El infortunio también ha llegado a Brasil. Aquí también es dureza y las cosas casi nunca terminan bien como ha profesado el profesor Benjamín Fernández Bogado sobre el Paraguay.  

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