SERIE: ELECCIONES GENERALES EN PARAGUAY (I) ABRIL DE 2018

* FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO

CUADRO DESASTROSO DE LA EDUCACIÓN 
Cuando abrimos los grandes diarios del Brasil y otros medios importantes del mundo exterior no encontramos ninguna noticia sobre las elecciones presidenciales paraguayas a ser realizada el 22/04/18. Vemos la asunción de Piñera en Chile, la elección en Colombia, en México, Brasil, no obstante Paraguay no asoma para nada. 

Eso demuestra nuestra insignificancia política regional, aunque la imagen económica haya mejorado un poco en el último lustro. Ya es hora de ser protagonista y eso no se consigue pagando espacios mediáticos, sino por merecimiento. Para eso no se pide permiso, un pais se impone por sí solo.

Los hombres van pasando por la silla del palacio de López y las instituciones van quedando un poco más frágiles. Es la constatación de la falta de compromiso político asumido en las campañas electorales para resolver los problemas más crónicos de la sociedad paraguaya, principalmente la pobreza, educación y la desigualdad.

El primero requiere inversión cualitativa en la educación y el segundo una ley tributaria que obligue más a los que ganan mucho y menos a los que ganan poco. Hoy, no existen esas dos políticas que deben ser promulgadas y llevadas a  cabo, urgente, por el próximo gobierno. Haciendo lo segundo tendemos más recursos para resolver lo primero.

En la educación somos coleros (en nivel global) principalmente en matemáticas y comunicación (castellano) que son las dos asignaturas pendientes de hace años y las que realmente son necesarias en todas las áreas y que pueden ser cuantificadas sea por su escasez o abundancia. No es falta de plata, sino de gestión y de norte. Recuerdo cuando llegué al Brasil para estudiar me sentí en la clase de matemáticas más perdido que ciego en balacera. Pero también aprendemos rápido, esa es una de las características nuestras, tenemos mucho potencial. Necesitamos de conocimiento a disposición. Eso nomás. 

La educación básica depende de buenos profesores y buenos profesores dependen de las buenas universidades (programa curricular actualizado, estructura y biblioteca actualizada y cuadro docente decente con maestrías y doctorados) Es como comenzar a construir una casa por el techo, pero es así en la educación. No hay dudas de que estamos lejos de lo ideal, pero podemos comenzar con lo posible que sin percibir y en poco tiempo estaremos haciendo lo imposible. 

Si queremos buenos profesores debemos ofrecer buenos cursos y buena remuneración. Con eso vamos a atraer a los más talentosos del país. La mayoría de los maestros no han tenido esa oportunidad ni esa posibilidad. Tiene déficit en su formación y ganan poco. Sufren mucho stress en el trabajo y tienen que laburar en doble turno para poder mantener lo mínimo en su hogar. 

En relación a la cuestión tributaria: los organismos internacionales ya diagnosticaron que en el Paraguay los más ricos son los que menos impuestos pagan en la región. Cargar todo el peso impositivo sobre el consumo (IVA) es lo más injusto que existe porque el kilo de fideo es lo mismo para todos. 

La diferencia está en las ganancias, sean estas salariales o de resultados empresariales. Es necesario que los que más ganan paguen más, pero hoy es todo lo contrario. Los empresarios paraguayos casi nunca tienen lucro y casi siempre tienen algún derecho que recibir del ente tributario y no lo contrario. Hace falta una institución de estado fuerte en esa área que inspire respeto, si posible un poco de miedo como en todos los países serios.

El congreso paraguayo es elitista y no está muy preocupado por el futuro de los que depositaron en él su confianza. Hay “bandidos de estimación” en la política de todos los países de la región y el Paraguay no es la excepción, aunque no son todos. Hace falta que los buenos se impongan, hace falta que los buenos políticos hablen más fuertes, que remanguen las camisas  y peguen con el puño más fuerte en la mesa que los “bandidos de estimación”. Hay que hacer un pacto nacional y apoyar a los hombres decentes y ser intolerante con los que se aprovechan de la política para fines personales y como máximo familiares.

Además, las políticas públicas tienen que ser dirigidas a los más frágiles, en el sentido de dar oportunidades iguales para todos. Una educación pública integral y de calidad es lo mínimo que podemos entregar a la sociedad. Vemos que los alumnos de las escuelas privadas obtienen mejores resultados que las públicas y eso solo demuestra el descaso y el fracaso en un sector que es vital para el futuro del país.

La igualdad y la oportunidad se construyen a partir de la educación.  Haciendo esa tarea bien hecha, en un futuro muy próximo vamos a dejar de preocuparnos en dar plata a los más pobres para su sobrevivencia. En vez de pescado, vamos dar la caña de pescar, la línea y la carnada. Miremos el futuro porque lo (no) hecho en el pasado no podemos cambiar. El futuro es ahora y depende de lo que hagamos ahora. Hace falta una persona de confianza en la cual podemos depositar la fianza de la buena política que es lo que va a garantizar el futuro del Paraguay como nación. 

"La buena educación de un ciudadano no puede ser jamás un factor de diferencia entre los demás, como mínimo la buena educación debe ser un factor de igualdad"

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