LO QUE DEJÓ EL I ENCUENTRO DE EXCADETES LICEANOS



* FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO (1979/1983)
Cáceres, Preda y yo en Itacurubí 
El miércoles 28 de marzo del 2018 hemos reunido a casi una centena de ex cadetes del liceo en Itacurubí de las Cordilleras en la Quinta “Don Rubén” propiedad de la familia Cáceres Aguilera, también todos ex cadetes del Liceo Militar “Acosta Ñú”. Dicho sea de paso, el local es muy acogedor para pasar un día de domingo en familia.

La idea inicial era tomar un tereré con el cadete Robert (84) de paso a mi viaje a San José de los Arroyos para visitar a mis padres que viven en Yhacá (Potrero Oculto) distrito de esa ciudad. Pero por esas cosas raras de la vida (heia cu poeta) la idea del tereré a dos se convirtió en otra mucho más grande y a la vez multitudinaria: la de reunir las remesas (28 en total) y llamarle como “I Encuentro interdepartamental de liceanos” y aquí debemos ser justos con la promoción (1980) que fue absoluta mayoría de todas ellas: Marengo, Piñanez, Sotelo, Sosa, Rojas, Brítez, y otros tantos. Asimismo a los "Boinas Verdes" del año (69) los cadetes Felipe Neri Morán, Juan Pablo Duré, Silvio Garay y Silvio Corbeta. A ellos nuestra eterna gratitud por estar entre nosotros de hacer de todas las remesas una sola promoción. 

También las promociones (55) y (58) con Francisco Giménez y Emilce Mendoza, respectivamente. La del (64) con Mario Figueredo, Andrés Martínez, Calixto Moral, Gerardo Gonzzález y Olimpio Benítez con quien tuve la oportunidad de conversar bastante. la (65) con Don julio Kerling; la (68) con Arnulfo Soley que llegó en un vuelo privado. la (71) estuvo representado por le concepcionero Raúl Berdejo; la (72) con el cadete Derlis Torres directo de PJC. La (75) había confirmado con Diovertti, pero no pudo estar presente por un percance de últiam hora. la (76) estuvo representado por Luis Besco; Achucarro, Mario Gomes y Rogelio Aquino con la (78) 

Reencontrar a oficiales y a tantos ex cadetes más y menos antiguos fue una gran satisfacción: al ex comandante del cuerpo de cadetes (1979-1981) el general de división Evelio Benítez en aquel entonces Tte Coronel DEM, el famoso “flojo”. Fue una época que marcó para siempre la “casona” ubicada todavía en Asunción entre las calles Chile entre Tercera y Cuarta proyectadas. Bajo la comandancia del entonces general de brigada Eliodoro González Arce, el último oficial general a comandar el liceo y el más longevo de todos (10 años).

Saludar y abrazar (no más que dos segundos conforme el código de ética del comisario Troche) a los cadetes del último año (1979) en aquel entonces eran los del quinto curso fue un viaje al pasado emocionante. Yo tenía apenas 13 años y ellos sus 17, 18. Antonio Orue, Hidalgo Preda, Hugo Mendoza (Petete), Genaro Riquelme, Víctor López, Edgar Mercado (el terror de los aspirantes del año 79)  y otros tantos.

También no puedo dejar de mencionar a la promoción (1981) muy presente también: Miranda, López Saguier, Lefevbre Duba, Escobar, Andino, Troche y otros.
La única remesa ausente de mi época fue la (1982) y el único anotado y confirmado de esa remesa sólo llego al lugar el jueves 29/03 (si aún estuviera en el Liceo ya estaba pelado y con nueva orden) . Se trata del comisario Ismael Estigarribia. 

También no puedo dejar de mencionar a la (87) en la figura de Ángel Acosta y Hugo Britos con quienes tuve la satisfacción de compartir como encargado de pelotón en 1983 siendo ellos Cachorros de león como yo fui también en 1979. por esa promociones también estuvieron Corazón Villalba, Nicolás Martínez

González y Benítez estuvieron por la (89); Zarza, Candia y Quiñonez por la (91) y Fariña por la (00)  Por siglo XXI estuvieron presentes los cadetes: Chena, torres, ruiz, Azevedo y Brizuela (este se dedicó intensamente a asociar a los ex cadetes que aun no eran parte parte de la ASO, entre los cuales me incluyo) así como Pablo Marengo. También compartió con nosotros cuatro cadetes que son el frescor de lo que es la institución: marcharon y cantaron gallardamente el himno en compañía del cadete Edgar Mercado -1979- (ver video)


En realidad la vieja guardia estuvo en peso (mayoría absoluta arriba de los 50 años)  Eso también tiene una explicación. Cuando salimos del liceo la reunión de ex cadetes (de las otras remesas y promociones) nos interesa muy poco porque la vida ni aun ha comenzado (somos solo un proyecto de vida perdido en la selva de piedra) Ya para los más antiguos muchas cosas ya han terminado. La gran mayoría está incluso jubilada, otros por jubilarse. Algunos ya están ricos y otros que ya intentaron de todo se encuentran resignados.

El ex cadete del liceo es un ser humano normal con sus aciertos y yerros. No obstante, el haber estado, trotado, marchado, castigado y desfilado por ese patio por tantos años, haber resistido a tantas probaciones y provocaciones físicas, intelectuales y morales y los sin sabores a tan temprana edad, el aguante y temple al temperamento, el haber llegado a la cumbre son victorias personales históricas y singulares.

Muchos han llevado sus valores familiares al cuartel y otros del cuartel a su familia. La amistad y camaradería que fueron sellados en todos esos años en la institución son imborrables, indelebles e inolvidables para todos los que allí estuvieron. La mayoría de las cosas tiene su precio, menos la camaradería. Esa no tiene precio, tiene valor.

Unos de los baluartes de la asociación de ex cadetes, Don Julio Kerling en su discurso dio tres categorías a los ex cadetes “el renegado (ese no quiere saber tres carajo del Liceo); el pendular (ese va y viene) y el Boina Verde (el que entra de cara en cualquier asunto para ayudar al centro) ciertamente todos los que estuvimos en Itacurubí somos de la tercera categoría, sin dudas. Muchos, claro, quisieron ir, incluso confirmaron con sus giros, pero infelizmente a última hora aparecieron compromisos ineludibles.

Quiero también aquí aprovechar la oportunidad para homenajear a la primera promoción (1950) presente en la reunión. En la figura del almirante Flavio Abadie que en 1986 cuando él era agregado naval en la embajada de Brasilia (sin saber que éramos liceanos) nos ayudó mucho en esa ciudad cuando íbamos a presentarnos a la Marina del Brasil para estudiar en la CIABA- EFOMM (Escuela de formación de Oficiales de Marina Mercante) de donde pude también egresar y ser oficial de alta mar, gracias a una beca conseguida por haber sido cadete del Liceo Militar.

            Por último, nos resta agradecer al cadete Cáceres y a su familia por la organización: no habrá sido fácil, creo yo que rebozó un poco la capacidad que pensábamos, pero no faltó nada (hubo más de 150 personas). A la dirección del centro que llevó a la bandita del liceo que se lució en el acto al acompañar el himno nacional y el himno al Liceo.

Al coronel Hidalgo Preda por su brillante actuación como maestro de ceremonia (orgulloso según él de haber comenzado su vida militar como cadete del liceo y terminado la misma como comandante del liceo) ¡qué fortuna!

A los cadetes caacupeños, Sotelo y Vallejos que llevaron a un excelente interprete (guitarra y voz) para amenizar el ambiente y al trio sanjosiano (acordeón, requinto, voz y guitarra) que puso ritmo al Paraguay profundo.

Cuando hacemos algo y lo llamamos de primero, tenemos la obligación de realizar el segundo. Este (el II) será llevado a cabo en la capital Asunción y el tercero nuevamente en el interior. La idea es que sea siempre un miércoles santos, así yo tendré siempre tiempo para llegar y participar.
!Saludos de Belém do Pará!


*Es profesor Doctor en Relaciones Internacionales. Profesor universitario y empresario en Brasil.

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