CARTA AL SEÑOR PRESIDENTE, MARITO

FÉLIX GERARDO IBARRA PRIETO*

PRESIDENTE, MARITO

Señor, presidente: he leído sus declaraciones de que su gobierno estudia la posibilidad de aplazar las clases del año en curso (2020) y reanudarlo solamente en (2021) bajo el pretexto de aprovechar para hacer “grandes inversiones” en el área. Sobre esa declaración y estudio de posibilidad tengo algunos argumentos, obviamente contrario a esa idea nefasta.

Primero, no hay plata ni para dar de comer a los más necesitados. Los sectores carentes de la sociedad paraguaya que ya eran varios, durante y después de esta Pandemia serán mucho más. Usted no tiene caja ni para pagar los salarios de sus empleados públicos, ni mucho menos socorrer empresas y empleados que perdieron sus trabajos durante el paro ordenado por el estado, acertadamente. De dónde va a sacar plata para hacer “grandes inversiones” en la educación, si durante los años “dorados” no se hizo.

Segundo, la educación necesita sí de fuertes inversiones y ningún país del mundo en ninguna época paró para eso. No hace falta parar de estudiar, ni parar el año escolar bajo ningún pretexto para realizar inversiones, principalmente en la educación. Esto es un proceso lento y llevará años para ver el resultado, tanto de la inversión sin parar, así como el resultado catastrófico de parar el año. ¿Le parece a usted que parando el año e invirtiendo en las escuelas en el 2021 ya seremos todos muy letrados?

Tercero, el año escolar del Paraguay tiene suficiente tiempo para invertir en sus escuelas: las vacaciones son las más largas del mundo y si en ese ínterin no se consigue ejecutar los planes de inversión (física e intelectual) significa que tampoco tendremos competencias para hacerlo en más tiempo, sea seis meses o un año. El perjuicio de parar el año escolar será una catástrofe nacional.

Cuarto, el EAD o enseñanza a distancia es una realidad en todo el mundo y lo será mucho más a partir de ahora. El país que no aprovecha esta oportunidad que la crisis genera nunca más tendrá otra y se quedará atrás por no haber tenido la lucidez de adecuarse al momento que la situación exige. No será perfecto ni total, pero es necesaria. "el que no tiene perro, caza con gatos" 

Esta PANDEMIA, dicen los entendidos es una crisis de selección natural (darwiniana) van a salir adelante NO los más grandes ni inteligentes, sino los más rápidos en la adaptación. Sabemos que hay déficit en la estructura de comunicación del país, nada que una docena de antena no pueda resolver (canales de TV y diversas otras plataformas y aplicativos) Los LIVES de los artistas famosos muestran que es posible reunir a millones al mismo tiempo por celular, pero resulta que para estudiar no se puede “cuánta hipocresía”

La tecnología está al alcance de todos y desaprovechar el momento en nombre de “fuerte inversión” es un sello de deshonestidad política y un sello de falta de compromiso e incompetencia por parte de todos: políticos, educadores, sindicatos, ingenieros de comunicaciones, etc. “por el camino se hacen bueyes” decían nuestros abuelos. Presidente, hay que tener firmeza y propósito. No se rinda a las ideas subversivas que quieren nuestro atraso. Comience haciendo lo posible que cuando vea estará haciendo lo imposible.

Quinto y último: fuimos a la guerra contra la pandemia quedándonos en casa. Un país va a la guerra si el costo de no ir es mayor que el de ir. Sabíamos que si no fuéramos a la guerra contra el virus perderíamos mucho más. Sin embargo, haber ido a la guerra, ganarla, pero perder el año escolar (2020) es como arrojar todo esos esfuerzos, toda la victoria que con sacrificio conseguimos a la basura y dar manos al atraso que eso lleva.

Si después de un examen el alumno ya no se recuerda de nada lo que estudió, imagínese usted después de un año. Educación, señor presidente es un proceso continuo. Puede invertir sin parar. Si yo tuviera que elegir entre la inversión y el NO parar el año escolar, optaría ciertamente POR EL SEGUNDO. La educación no es solo plata: es gestión de los escasos recursos y buenas prácticas.

Hasta aquí no creo que su mandato haya sido un desastre, pero si usted embarca en esa idea ridícula voy a pensar que sí.


*es empresario y profesor universitario en Brasil. 

Comentarios

Entradas populares