La fantástica historia de Gustavo Santander Dans: el más nuevo integrante de la Corte Suprema de Justicia de la República del Paraguay (2023)
JUEZ GUSTAVO SANTANDER DANS |
*Félix Gerardo Ibarra Prieto
Gustavo Santander Dans, 57 años, casado, padre de dos hijas es el séptimo hijo de una
familia de diez hermanos. Nascido en Tebicuary-mí, una pequeña ciudad que queda en el límite de los Dptos. de Paraguarí
y el Guairá.
Su padre, Evaristo Santander Rojas fue un líder político colorado (caudillo) del pueblo
que en varias oportunidades llegó a ser presidente de la seccional
local e intendente de aquella localidad.
Su madre, Ibérica Rubí Dans Prieto, hija de un español que trabajaba en
la Azucarera Paraguaya S.A y la paraguaya Pablita Prieto de Yhacá (San José de los Arroyos), donde Gustavo también paseó en su niñez. La mencionada zona se dedica casi totalmente
a la cañicultura y la familia Santander Dans no era diferente.
Un dato curioso. El señor Jesús Dans García viajo a Mendoza (Argentina) una vez en 1940, en busca de trabajo y nunca más se supo de él. Quizás haya fallecido en un terremoto que hubo en aquella región , o sencillamente nada. Lo cierto es que nunca nadie más supo de él. Era oriundo de la Coruña. Dejó a mi tía Pituca en la barriga de abuela Pablita.
La historia de Gustavo es desafiadora e interesante porque a pesar de
su origen muy humilde llegó a lo más alto de magistratura de la nación.
Estudió la primaria en la escuela Manuel Céspedes de su pueblo natal y para
llegar a la misma tenía que caminar (descalzo) por cinco largos
kilómetros, totalizando diez de ida y vuelta.
A la tarde iba a trabajar en el cañaveral y solo quien ha estado en esa
misión sabe lo duro que es carpir, abonar, echar, pelar y cargar un
camión. Nosotros hacíamos lo mismo en Yhacá, antes o después de la escuela, y aquí estamps felices y contentos.
Su secundaria lo hizo en el colegio Carlos A. López de su valle: siete
kilómetros por día ida y vuelta y a la tarde a pelar y cargar
camiones sin horario ni temperatura definidos:
podía ser a las dos de la tarde en el verano o a las dos de la mañana
en invierno.
Sabemos que es muy duro entregar el azúcar en la casa
de las personas o endulzar el paladar de los países que importan esos
productos, así como las cañas que se toman. Gustavo también era futbolista en
las horas vagas y fue ídolo en los clubes por dónde jugó.
Su hermana mayor, Rosa ya era casada y vivía en Fernando de la Mora cuando Gustavo vino a la ciudad grande para continuar sus estudios superiores alojándose en la de su hermana mayor. (como la mayoría de los que vinieron y vencieron)
Ingresó a la Facultad de Derecho (UNA) y rápidamente se unió a los
gremios estudiantiles que hervían en los aguerridos años 80 de la
política paraguaya. Eran tiempos que exigían tomar una decisión y una posición: Gustavo optó por la oposición al
régimen de Stroessner, como todo joven idealista, pero no oportunista.
El líder colorado, don Evaristo con sus contactos políticos colorados asuncenos le consiguió el mejor lugar de trabajo de la época: Banco Central
del Paraguay (BCP)
¿pero qué pasó? No pudo asumir por su posición política, hacía
oposición al régimen (pecado capital en aquel entonces) Sin embargo, necesitaba trabajar para seguir escalando y estudiando.
A
seguir fue admitido en un supermercado de la calle Eusebio Ayala como
verdulero: tenía que llegar a las 05:30 para recibir los productos y
colocarlas en las góndolas para que a las 07:00 los clientes puedan
verlas y comprarlas bien verdes y frescas. Salía a las tres de la tarde
para ir a la casa estudiar e ir a la universidad.
Desde muy temprano siguió los caminos de su padre: se tornó líder
estudiantil y fue vicepresidente del centro de estudiantes (89-90)
bueno, entre changa y changa y la ayuda de la familia de vez en
cuando (eran muchos hermanos) consiguió su título de abogado y pasa a
ejercerla por algunos años hasta que ingresa al poder judicial como Juez de Paz de la ciudad de
Aregua en 1994 cargo que ocupó por ocho años.
A seguir fue ascendido como juez en lo Penal de Liquidación y Sentencia
del Poder Judicial y se vienen los casos más importantes, complejos y
difíciles de la república:
la quiebra de los bancos que habían engañado a sus ahorristas (lo
peor de un banquero) y el socorro irregular (lo peor de un funcionario
público) del IPS a los banqueros, conclusión: 42 dueños y directivos de
bancos paraguayos sentenciados y condenados por el excañicultor y exverdulero Gustavo, entonces juez del caso.
También fueron sentenciados y condenados por el juez Gustavo Santander,
el presidente del Banco Central y sus directivos, así como los del IPS.
La justicia siempre llega y fue de las manos de alguien que no fue
admitido en la institución (BCP) por pensar diferente, (cosas de la
dictadura) El destino le reservara otra oportunidad en el banco: sanearla de las
ratas.
Nacido en una cuna de familia politizada, Gustavo siempre siguió por el
sendero de los gremios estudiantiles y asociaciones de clases:
fue presidente de la Asociación de Magistrados del Paraguay en el
periodo (2011-2015) con el 82% de los votos. En 2015 fue electo
vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Magistrados venciendo en la recta final al representante del Brasil.
Gustavo que iba a la escuela y al colegio caminando por kilómetros y
kilómetros para llegar a casa comer y después ir a la chacra carpir,
pelar caña dulce y cargar el camión de la empresa Azucarera Paraguaya de
Tebicuary, que tenía que descargar las frutas y verduras del
supermercado para poder estudiar derecho, que se recibió de
abogado, que fue juez de paz, juez en lo penal enfrentando los casos más
emblemáticos del mundo jurídico nacional, que a partir de 2016 es miembro del Tribunal de Apelación de la Primera
Sala, ahora le espera otro gran desafío: como ministro de la CSJ sabrá defender la constitución sin titubear.
Su peor enenmigo para ocupar el cargo en CSJ fue su propia seriedad, no comprometerse con nadie. Los políticos quieren protección, a ellos no les importa la historia ni el curriculum de los candidatos.
Gustavo Santander Dans (catedrático y conferencista internacional)
es ahora miembro de la
Corte Suprema de Justicia
de la República del Paraguay. Gustavo no está en ese lugar por acaso,
Gustavo Santander Dans tiene méritos de sobras demostrados en todas
las labores que le cupo realizar al frente del poder judicial y en los casos más complicados que fue enfrentar a los grandes
estafadores de la nación que engañaron a miles de ahorristas humildes y
honestos e incluso al Estado paraguayo en los años 90. Gustavo obtuvo una decisión sensata de la
política, finalmente.
23 senadores nacionales le dieron sus votos de extrema confianza, no fue fácil. El resto de los votos solo se acoplaron a los veintitrés, para no echar culo. En la noche anterior a su elección yo estaba en Paraguay y hablé con él, estaba difícil, faltaba un voto. Guido González Dans, nuestro primo se levantó temprano y fue a la caza. la opocisión completa estaba con él, faltaba cinco votos colorados y ellos consiguieron. El resto es historia.
¡Suerte, cañero!
*Félix Gerardo Ibarra Prieto: es empresario y profesor universitario en Brasil. Es analista de relaciones internacionales de medios brasileños como el grupo dol.com.br y también bloger.
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@lalo_ibarra_prieto
drfgip@gmail.com
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la rata.