Panorama latino-americano 2022-2023: retrospectiva y horizonte.
AMÉRICA DEL SUR |
Félix Gerardo Ibarra Prieto*
El año termina bien para nuestro subcontinente americano (sur) así como para el norte (México, USA y Canadá). Los del sur ganaron el Mundial de Qatar 2022 con Argentina y los del norte serán anfitriones de la próxima copa en 2026. El 80% de los partidos serán en los Estados Unidos y el resto en México (quizás con una apertura en el estadio Azteca) y los demás partidos de la fase eliminatoria en Canadá.
Después de la etapa de la fase de grupos, todos los demás juegos
(eliminatorios) serán dentro del territorio de los EE.UU. Por primera vez va a
pasar algo fantástico para el contribuyente y nada bueno para los ladrones de la
plata pública: ningún país va a construir estadio. Todos ellos ya están de pie.
Muchos países no estarían interesados en una copa así.
En el terreno político es un poco más complejo: Argentina volvió con la
copa después de 36 años, pero la inflación no sale de ahí, como tampoco el
populismo peronista. Cristina Kirchner escapó de un atentado, pero no escapó de
la justicia. Fue condenada por corrupción. Bolivia, Paraguay y Uruguay sin
grandes cambios políticos, pero con bastante estabilidad económica interna. Luis
Arce, Luis Lacalle Pou y Mario Abdo Benítez supieron sostenerse en el poder y
crear así un ambiente de negocios para sus países. Nunca se construyó tanto en
Paraguay, en infraestructuras como en ambientes de negocios. La política
también hizo su víctima durante las internas: el país.
En Chile llegó la izquierda, un poco más radical que la que conocemos: La
Concertación, de Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachellet
en dos oportunidades, intercalando con Piñera. Boric es un joven político
nacido de las protestas estudiantiles de 2018, que quiso cambiar radicalmente
la constitución y fracasó. La radicalización fue la figura política en casi
todos los países de la pos pandemia. Eso no notó a los lejos en Brasil,
Colombia, Chile y en las primarias del Paraguay.
En Colombia sí ha habido un cambio importante, después de 60 años, Petro llegó al poder por la izquierda,
tras el rotundo fracaso de Iván Duque
que había ostentado el poder por la derecha durante más de medio siglo. Como
resultado, Colombia y Venezuela se vuelven a acercar diplomáticamente, lo que es
muy interesante para sus habitantes.
Venezuela por fin ha dejado de hundirse. Favorecido por la guerra de
Ucrania, Estados Unidos relajó el embargo para que de allí se pudiera sacar
petróleo, obviamente por empresas americanas y así abastecer sin riesgo su
mercado interno. Maduro también maduró. Comprendió finalmente que si el Estado
maneja el desierto, es seguro que faltaría arena. En 2023, Brasil también
deberá reanudar los lazos diplomáticos y económicos con Venezuela. Allí todo
tiende a mejorar, ojalá haya elecciones libres y justas. Eso en Venezuela es
incierto.
Ecuador, un país cuya economía fue dolarizada desde el año 2000 por el presidente Jamil Mahuad, cuya decisión (dolarizar) se mostró resistente incluso a la izquierda de Rafael Correa durante diez años. Esta decisión contribuyó a la estabilidad aun cuando en 25 horas el país tuvo 5 presidentes, entre ellos el primero, Mauad, que gobernó por dos años. Actualmente está gobernado por Guillermo Lassos, un político liberal que ha estado lidiando con graves problemas económicos pos pandemia, crisis sociales y graves protestas con los indígenas. La dolarización es la única política que nadie discute ni se atreve a cambiar en Ecuador.
Perú siempre es un problema. Su presidente siempre está siendo retirado y
enjuiciado y arrestado. País rico, bien ubicado, económicamente próspero y
turísticamente importante. Es rehén de un artículo de su constitución que
permite al Congreso destituir al presidente del poder por incapacidad física y
moral. Evidentemente sin ningún
certificado médico ni psicológico, basta con que el parlamento vote y listo el
pollo.
Castillo es el tercer presidente que enfrenta este proceso en cuatro años,
es decir, con esta ley muy abierta a interpretaciones subjetivas por parte del
parlamento. La mesa está servida para la inestabilidad política y económica. En
el periodo anterior hubo tres presidentes y en este ya se está yendo por el
segundo. “La primera obligación
(política) de un presidente o gobernante es sostenerse en el poder”.
Por fin Brasil. País grande, bello, rico, populoso, pujante, inteligente,
turístico, minero (oro, plata, aluminio, bauxita...), verde (Amazonas y
Pantanal), azul (costa marítima de más de 7 mil kilómetros), suministra
alimentos para el mundo por medio del agro negocio, sede de las mejores
universidades de la región, etc. Potencia regional, pero con una dosis de mala
suerte con sus políticos. La mayoría de ellos son demasiado pequeño para el
tamaño y la grandeza del país. La suerte del Brasil son sus instituciones y prensa
libre. De lo contrario, sería otro país bananero.
Es una falta de coherencia total y sin sentido, donde un político,
condenado por corrupción, sale de la cárcel, se postula con la anuencia de la
justicia y gana el voto popular, y el candidato que pierde (estando en el
poder) pide a sus seguidores que resistan en las puertas de los cuarteles para defender “la libertad”
mediante un golpe militar. Golpe militar y libertad no se llevan: sólo si hay
una dictadura en el poder que no es el caso. No hay vacío de poder en la política: si gobiernan el legislativo y el
judicial es porque el ejecutivo ha dado espacio.
Finalmente, hemos hinchado por Messi y por Argentina, casi todos. En Brasil
incluso, pese a la rivalidad futbolística. Necesitamos apoyarnos más y más como
el fútbol. Podemos salir adelante como los demás países desarrollados, y solo
depende de nosotros. Hay que terminar con eso de que somos víctimas de los
grandes intereses y capitales. Creo que en la mayoría de los casos, somos víctimas
de nuestros propios prejuicios. Hay que soñar alto porque soñar a medias,
cuesta lo mismo. ¡Felices fiestas!
Félix Gerardo Ibarra Prieto* tiene maestría y doctorado en Relaciones Internacionales, es empresario y profesor universitario en Brasil. Es director y fundador de la red de institutos de lenguas, Castilla idiomas en Brasil. También es analista de relaciones internacionales del diario brasileño diariodopara.dol.com.br
Comentarios